TEGUCIGALPA,HONDURAS.- Las medidas para ahorrar agua son más severas en la capital.
Las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) anunciaron la prohibición, de manera temporal, en la venta de agua a cisternas que distribuyan el vital líquido a negocios de lavado de vehículos y constructoras. Esta medida se realiza para garantizar la reserva de agua para consumo humano.
Las autoridades del SANAA advirtieron que se realizará una supervisión rigurosa y que de encontrarse alguna cisterna vendiendo agua a estos negocios, se le suspenderá al propietario o responsable de la unidad de manera indefinida su permiso para compra y venta de agua.
Esta medida entró en vigencia a partir de este mes, como parte de las acciones de racionamiento de agua, producto de los bajos niveles que registran los embalses de la capital.
Los horarios de distribución del servicio se han agudizado, pues en los sectores abastecidos por Los Laureles (39 por ciento de su capacidad) y La Concepción (25 por ciento de su capacidad), los abonados deben esperar hasta cinco días para recibir el vital líquido.
En los sectores que reciben agua de la fuente de El Picacho el suministro pasó de cinco a siete días.
Quejas
Los vecinos de la estación ocho de la colonia Nueva Suyapa se quejan de que los repartidores de agua en cisternas se niegan a detener sus unidades para venderles un barril, pues desean vender el líquido en grandes cantidades.