TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desesperados por no recibir respuesta de las autoridades a sus exigencias, pacientes renales de la capital de Honduras protestan este martes con tomas en la carretera CA-5, a la altura de El Durazno.
Los pacientes renales se tomaron los cuatro carriles de ingreso a Tegucigalpa en la carretera CA-5 como medida de presión, ya que aseguran que no se les respeta su derecho a decidir dónde recibir un correcto tratamiento.
En sillas de ruedas y otros con pancartas, e incluso postrados, los manifestantes exigieron a la ministra de Salud, Carla Paredes, que agilice el trámite de documentos necesarios para continuar con sus tratamientos de hemodiálisis en el centro que cada paciente quiere.
Una de las quejas del grupo en protesta es que las autoridades les están imponiendo el centro al que deben acudir para recibir sus tratamientos y ellos (los pacientes) piden elegir a qué centro acudir.
Sobre la situación, la ministra Paredes, en declaraciones al canal HCH, insinuó que los pacientes están siendo utilizados por las empresas proveedoras del tratamiento, pues una de las empresas ni siquiera permite que se les supervise, pese a que el contrato contempla la supervisión.
“¿Qué pelean?, por Dios, ¿Qué pelean? Si tienen dos centros para recibir atención económica”, lamentó la ministra, pues asegura que el servicio sí se brinda.
La protesta se derivaría de tiempo atrás luego de una disputa entre las dos empresas proveedoras de este servicio médico, pues los pacientes rehúsan acudir a la empresa contratada recientemente.
En la zona se ha generado un caos vehicular, ya que no hay paso para los cientos de conductores que buscan ingresar a la ciudad.