TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al haber dejado de someterse a su tratamiento de hemodiálisis y exponerse a las altas temperaturas desde tempranas horas de la mañana, varios pacientes renales sufrieron desmayos mientras realizaban una protesta en las afueras de Tegucigalpa.
Mientras realizaba su cobertura periodística en la carretera CA-5, Estalin Irías, fotorreportero de EL HERALDO, constató el momento en que varios de los manifestantes recibían atención médica ante las afecciones que sufrieron acrecentadas a raíz su delicado estado de salud.
Uno de ellos fue Mario Rolando Espinoza Reyes, quien pese a lo delicado de su enfermedad renal protestó en las afueras de la capital para exigirle a las autoridades de la Secretaría de Salud para que den una respuesta a los pacientes de hemodiálisis en torno a su solicitud de dónde recibir un correcto tratamiento.
Visiblemente decaído y con la mirada perdida, don Mario se desvaneció luego de estar protestando por varias horas exigiendo que se le respete el derecho a seguir recibiendo su tratamiento de diálisis de forma eficiente.
Junto a don Mario, otras dos pacientes renales eran atendidas por paramédicos. El fuerte sol y el hecho de realizar esta protesta pese a su estado de salud ha dejado afectados a varios pacientes que desesperados ante la falta de respuesta de las autoridades tomaron la decisión de tomarse la carretera CA-5 a la altura del sector de El Durazno.
“Queremos vivir”
Al grito de “queremos vivir” y con algunos de ellos en silla de ruedas, pacientes renales realizaron una protesta en las afueras de Tegucigalpa exigiendo mejores condiciones en su tratamiento de hemodiálisis.
Los pacientes renales se tomaron los cuatro carriles de ingreso y salida de Tegucigalpa en la carretera CA-5 como medida de presión, ya que aseguran que no se les respeta su derecho a decidir dónde recibir un correcto tratamiento.
En sillas de ruedas y otros con pancartas, e incluso postrados, los manifestantes exigieron a la ministra de Salud, Carla Paredes, que agilice el trámite de documentos necesarios para continuar con sus tratamientos de hemodiálisis en el centro que cada paciente quiere.
Una de las quejas del grupo en protesta es que las autoridades les están imponiendo el centro al que deben acudir para recibir sus tratamientos y ellos (los pacientes) piden elegir a qué centro acudir.
La protesta de los pacientes renales ha paralizado por completo el tráfico en la carretera CA-5. Cientos de conductores no han podido ingresar a la capital debido a que no hay paso.
