TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Reducir el consumo de plástico de un solo uso es uno de los desafíos que las autoridades y ciudadanos deben enfrentar, pues el uso de este producto está profundamente arraigada en todos los ámbitos de la vida cotidiana del ser humano: desde las bolsas de compras, platos y cubiertos hasta envoltorios de alimentos y bebidas carbonatadas.
Es el abuso y mala utilización de estos recipientes lo que tiene al planeta en una constante amenaza debido al exceso de residuo de plástico que provoca contaminación en los ríos y mares, poniendo en peligro el ecosistema marino.
Asimismo, el desbordamiento en vertederos y la generación de gases que provocan efecto invernadero.
El Distrito Central no es la excepción del consumo excesivo de este producto, pues se estima que en la ciudad se genera 85 toneladas diarias de plástico de un solo uso, o sea, material que no puede reciclarse, teniendo como destino el crematorio municipal.
Con relación a este tema, el especialista en gestión integral de residuos sólidos, German Pavón, manifestó que el problema principal de estos desechos es que “no siguen el principio de economía circular, pues tienen el concepto actual de comprar, usar y tirar, que es lo que se quiere cambiar”.
Manifestó que es precisamente esto lo que genera problema, “pues se está consumiendo más de la capacidad que tiene el planeta para poder regenerarse”.
Ante esta problemática, el especialista indicó que se busca como alternativa un “rediseño que permita reusar, reutilizar , refabricar y reciclar los componentes”.
En cuanto a las leyes que regulan el uso de plástico, mencionó que no tienen suficiente efecto al momento de ponerlas en práctica, pues aunque se hayan hecho con buenas intenciones, no se aplican de la manera correcta.
“Cualquier medida que promocione la circularidad a través de la sanción económica debe generarse desde el ámbito local, pues son las municipalidades las que al final tienen que hacer las campañas de concienciación”, aseveró.
Intentos de ley
Para el 2019, el Distrito Central junto a 20 municipios, firmaron una declaración para la reducción de plástico de un solo uso; sin embargo, el proyecto no se logró concretar en ordenanza municipal en la capital debido a la llegada de la pandemia covid-19 al país.
A pesar de varios intentos, la comuna no tiene una ley que regule, específicamente, el plástico de un solo uso.
Asimismo, desde el 2014, el Congreso Nacional tiene engavetado un anteproyecto de ley sin dar continuidad. En tanto, para el 2023 se presentó un proyecto de decreto de ley al Congreso orientado a evitar la contaminación provocada por este tipo de material, pero hasta el momento no hay avances en el tema.
Por su parte, la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) dio a conocer que se desarrollan campañas en centros educativos y en las municipalidades con el fin de concienciar.
Así como el Proyecto Reforestación y Protección de Cuencas Padre Andrés Tamayo. Además, se está “elaborando la Ley para la Gestión Integral de Residuos sólidos, que incluirá la regulación de plásticos de un solo uso”, indicó la institución.
Lo mismo que el traslado de financiamiento a las municipalidades para el manejo de residuos sólidos que afectan el medio ambiente y al planeta
Más de la mitad es plástico
El supervisor de la Gerencia de Aseo de la Alcaldía Municipal, Felipe Castellanos, mencionó que alrededor del 70 al 80% de la basura que sale de la ciudad es plástico, pues en el “comercio de la capital es utilizado el plástico para cualquier venta, así como cualquier cosa que la gente va a utilizar y hasta botar”.
Refirió que siempre se ha mantenido esta tendencia de salir más cantidad de este tipo de residuo que basura sólida. Mencionó que el material que más sale en los desechos son bolsas plásticas, envases de color y platos y cubiertos y otros.