TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las casas construidas en zonas consideradas de alto riesgo por la alcaldía no podrán ser modificadas, remodeladas ni recibir más claves catastrales, según advirtió la comuna de Tegucigalpa.
Esta medida busca evitar la expansión de los ciudadanos a áreas vulnerables de deslizamientos o inundaciones que se activan durante la temporada de lluvias.
Actualmente, más de 700,000 ciudadanos, es decir, más del 54% de los capitalinos, viven en zonas de desastres.
Ingrid Flores, jefa de proyectos de mitigación de riesgos de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgos (UMGIR), explicó que el Distrito Central es vulnerable a deslizamientos por el tipo de suelo, y que estos representan el tercer problema más grave para la capital.
“Si ya está viviendo en un lugar que sabemos que es propenso a deslizamientos y ya está construido, la Alcaldía no le permitirá realizar remodelaciones en su vivienda. Lo que ya tiene es lo que se queda, y no se permitirá ninguna construcción adicional”, aclaró.
Flores enfatizó que, para evitar construcciones en áreas de riesgo, se trabaja en un reglamento de uso de suelos específico para las zonas más vulnerables de la capital de Honduras.
“Esta administración, liderada por el alcalde de Tegucigalpa, Jorge Aldana, está desarrollando un plan de ordenamiento territorial para definir claramente dónde se puede y dónde no se puede construir,” comentó la funcionaria.
Entre los lugares que entran en la categoría de peligro están: colonia Guillén, El Reparto, Nueva Suyapa, Sipile, Flor del Campo, Miramesí, José Ángel Ulloa y otros 63 barrios y colonias más que tienen categoría roja, es decir, alto riesgo.
Las otras dos categorías son la verde y la amarilla. En esta última, los técnicos de la municipalidad levantarán una evaluación para conocer si se puede o no mejorar la vivienda.
Si la alcaldía logra poner en funcionamiento el plan, las probabilidades de derrumbes o inundaciones irán disminuyendo con el tiempo, según la visión de las autoridades.