En medio de varias montañas y con cuatro iglesias en su alrededor -algo inusual para un lugar de al menos 30 mil habitantes- se encuentra el municipio de La Libertad, en Comayagua, que pasó a ser ciudad en 1917.
Este lugar alberga decenas de historias, la mayoría basadas en creencias religiosas, pero que sus habitantes han ido olvidando con el paso del tiempo.
Los nombres de los lugares son bastante exóticos, pero realmente su significado es tan valioso que decidí averiguar su procedencia.
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A solo cinco minutos del parque central se encuentra el denominado cerro Los Tornillos, donde a simple vista no se observan las que parecen piedras fosilizadas, pero que con ayuda de Willian (un niño que vive en la loma) pude encontrar varias enterradas.
Los pobladores cuentan que las piedras, que realmente son caracoles, son producto del diluvio universal -que relata La Biblia- y que inundó Comayagua, dejando las rocas en forma de espiral sobre el populoso cerro.
Lo curioso es que al abrir las piedras fosilizadas tienen olor a petróleo, pese a que son como de tierra blanca.
Al otro extremo del cerro Los Tornillos está El Caliche o cerro de La Cruz, también conocido por su peculiar mito.
Este cerro, que mide aproximadamente 1,300 metros sobre el nivel del mar, solo es accesible a través de las viviendas que lo rodean, pero para llegar a la cima los visitantes necesitarán más que agua, pues subir es todo un reto por sus inclinadas piedras que parecen un arrecife de coral, color gris.
En la parte inferior el cerro es de tierra y en la cima tiene decenas de piedras puntiagudas y filosas.
El mito cuenta que un sacerdote al observar que el cerro no dejaba de crecer clavó una cruz de dos metros sobre la punta de la loma y fue hasta ese momento que la cima se quedó estable. Otros dicen que las piedras son producto del mar, porque esa zona también fue afectada por el diluvio universal.
Lo que sí es cierto es que muchos años después el aspa de metal sigue sobre el cerro y los pobladores confían que evitará que la cima caiga sobre sus viviendas.
Vida Silvestre
Aunque los mitos e historias del municipio de La Libertad son entretenidos, debía seguir con mi recorrido. Esta vez decidí visitar el Refugio de Vida Silvetres El Carao.
Este lugar, totalmente natural, se encuentra en el kilómetro 35 de la carretera que lleva a La Libertad, Comayagua.
En este jardín se pueden avistar más de 25 especies de aves y animales silvestres, eso sí, con paciencia y tiempo para poder escuchar y observar.
Este parque, que mide 24 manzanas, conserva árboles antiguos y es considerado el pulmón de la ciudad de La Libertad.
En lo personal diría que es un lugar adecuado para pasar en familia y además cuenta con piscinas, áreas para realizar caminata y hasta cabañas para poder descansar y pensar en los mitos y misterios que rodean al municipio.
