Bobby Wesson es un director de marketin de Alabama que está casado con Rayen Wesson, una enfermera de trauma con quien tiene un hijo.
El hombre es muy activo en redes sociales, donde frecuentemente escribe post personales sobre el amor y su familia.
Lo que el director no imaginó nunca era que su última publicación seria compartida más de 150,000 veces y tendría más de 600,000 likes.
Lo que Wesson escribió fue un halago a su mujer y su trabajo como enfermera, que dice lo siguiente:
“Esta es mi mujer tomándose una siesta. En una hora se despertará, se podrá su uniforme y se preparará para ir a trabajar.
Tomará las herramientas y los elementos que necesita para hacer su trabajo y serán revisados meticulosamente – el pelo y el maquillaje estarán listos muy rápido. Se quejará de que está fea. Yo voy a estar en desacuerdo, con énfasis, y le daré una taza de café.
Se sentará en el sofá con las piernas cruzadas e intentará bebérselo mientras felizmente juega con su hijo que se arrastra por el suelo.
Ocasionalmente fijará su mirada en un punto con un rostro inexpresivo mientras hablamos; preparándose en silencio para el próximo cambio. Se piensa que no me doy cuenta.
Besará al bebé, me besará a mí y se irá a cuidar a personas que están pasando el peor día de su vida. Accidentes de coche, heridos por armas de fuego, explosiones, quemaduras – profesionales, pobres, pastores, adictos y prostitutas – madres, padres, hijos, hijas y familias – no importa quién eres o qué te haya pasado.
Ella cuidará de ti.
14 horas más tarde llegará a casa y se quitará los zapatos que han pisado sangre, bilis, lágrimas y fuego de unos pies doloridos.
A veces no querrá hablar de ello. A veces no podrá esperar para contártelo.
A veces se reirá antes de echar a llorar y a veces solo llorará – pero al margen de esto siempre estará a punto para su siguiente turno.
Mi mujer es enfermera. Mi mujer es una heroína”.