'Somos prisioneros extranjeros... Ayúdenos y avisen a una organización de derechos humanos', es el mensaje que escribieron para tratar de buscar ayuda desde Shanghái.
Además, agregaron en letras mayúsculas: 'Somos prisioneros extranjeros en la prisión de Shanghái Qingpu, China. Somos obligados a trabajar en contra de nuestra voluntad. Por favor, ayúdenos y avisen a una organización de derechos humanos'.
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También solicitaron que quien hallara el mensaje se pusiera en contacto con Peter Humphrey, un periodista británico que fue encarcelado hace cuatro años.
Florence Widdicombe, de 6 años, abrió la tarjeta mientras hacía dedicatorias para sus familiares y amigas. Sus padres compraron la tarjeta en una tienda de autoservicio Tesco.
Ante el mensaje que ya le dio la vuelta al mundo, Tesco reaccionó y relató que suspendieron el contacto con sus proveedores en Zheijiang Yunguang Printing, porque investigan si usaron mano de obra carcelaria.
La fábrica en cuestión fue auditada apenas el mes pasado y no se encontró evidencia de que rompiera la prohibición del trabajo penitenciario.
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