Berlín, Alemania
Un desalmado hombre golpeó, pateó, acuchilló y quemó viva a su novia de 19 años de edad al enterarse que ella tendría un hijo suyo.
La víctima fue identificada como María Peiner y tenía ocho meses de embarazo.
El padre del niño conocido como Eren Toben de 20 años y su amigo, engañaron a la mujer para llevarla a un lugar y posteriormente cometer el abominable crimen.
De acuerdo a las informaciones, los presuntos asesinos la llevaron a un bosque de las afueras de la ciudad de Berlín, Alemania, donde la apalearon, la acuchillaron y finalmente la quemaron viva.
Según Toben, matarla a su novia y al feto que llevaba en el vientre era la única manera de ser libre, de asegurarse un futuro sin compromisos y sin obligaciones. No quería ser padre.
Al día siguiente del brutal asesinato, una persona encontró el cuerpo de la chica. Cuando la policía investigó se hallaron las huellas de Toben y las de su cómplice.
Los jóvenes fueron condenados a 14 años de cárcel. La jueza dictaminó que los dos chicos habían actuado “con el único propósito de conseguir placer en la destrucción de la vida de otro ser humano”.
Un desalmado hombre golpeó, pateó, acuchilló y quemó viva a su novia de 19 años de edad al enterarse que ella tendría un hijo suyo.
La víctima fue identificada como María Peiner y tenía ocho meses de embarazo.
El padre del niño conocido como Eren Toben de 20 años y su amigo, engañaron a la mujer para llevarla a un lugar y posteriormente cometer el abominable crimen.
De acuerdo a las informaciones, los presuntos asesinos la llevaron a un bosque de las afueras de la ciudad de Berlín, Alemania, donde la apalearon, la acuchillaron y finalmente la quemaron viva.
Según Toben, matarla a su novia y al feto que llevaba en el vientre era la única manera de ser libre, de asegurarse un futuro sin compromisos y sin obligaciones. No quería ser padre.
Al día siguiente del brutal asesinato, una persona encontró el cuerpo de la chica. Cuando la policía investigó se hallaron las huellas de Toben y las de su cómplice.
Los jóvenes fueron condenados a 14 años de cárcel. La jueza dictaminó que los dos chicos habían actuado “con el único propósito de conseguir placer en la destrucción de la vida de otro ser humano”.