Tokio, Japón
La mujer japonesa que vivió por más tiempo en la tierra, murió este domingo a los 117 años de edad, considerada como la última sobreviviente del siglo diecinueve, por lo que se le llama la mujer más anciana del mundo, así lo indicó la BBC.
Su nombre era Nabi Tajima, de origen japonés, vivió en la isla de la isla sur oriental de Kikai, según el libro Guinness de los récords era la mujer longeva del mundo, desde enero de este año Nabi fue hospitalizada por su mala condición de salud.
Vivió 117 años y 261 días, era además la última persona viva de quien se tiene evidencia de haber vivido tres siglos, la anciana japonesa nació el 4 de agosto de 1900 (siglo XIX).
La mujer tuvo más de 160 descendientes a lo largo de su vida, que incluyen nueve hijos, 28 nietos, 56 bisnietos y 35 tataranietos, de acuerdo con medios japoneses.
Se cree que era la persona asiática más longeva de la historia y la tercera en vivir más tiempo en todo el mundo, detrás de la estadounidense Sarah Knauss y la francesa Jeanne Calment, al menos hasta donde existen registros en el libro de los récord.
La mujer japonesa que vivió por más tiempo en la tierra, murió este domingo a los 117 años de edad, considerada como la última sobreviviente del siglo diecinueve, por lo que se le llama la mujer más anciana del mundo, así lo indicó la BBC.
Su nombre era Nabi Tajima, de origen japonés, vivió en la isla de la isla sur oriental de Kikai, según el libro Guinness de los récords era la mujer longeva del mundo, desde enero de este año Nabi fue hospitalizada por su mala condición de salud.
Vivió 117 años y 261 días, era además la última persona viva de quien se tiene evidencia de haber vivido tres siglos, la anciana japonesa nació el 4 de agosto de 1900 (siglo XIX).
La mujer tuvo más de 160 descendientes a lo largo de su vida, que incluyen nueve hijos, 28 nietos, 56 bisnietos y 35 tataranietos, de acuerdo con medios japoneses.
Se cree que era la persona asiática más longeva de la historia y la tercera en vivir más tiempo en todo el mundo, detrás de la estadounidense Sarah Knauss y la francesa Jeanne Calment, al menos hasta donde existen registros en el libro de los récord.
Lea además: Perro se convierte en héroe al salvar a niña que se extravió