TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Si usted es de los que sienten que 24 horas al día jamás le son suficientes para cumplir con todas sus responsabilidades y termina su faena agotado, carente de logros y con sentido de culpabilidad por incumplir sus compromisos, sepa que no es un caso aislado.
Muchas veces la línea divisoria entre el trabajo y el resto de sus actividades se torna borrosa y usted, tal como muchos otros emprendedores modernos, puede perder de vista el horizonte que separa las horas que dedica a trabajar con ahínco en su oficina y el tiempo que debe dedicar a su familia o merece tomarse para usted mismo. Hemos elaborado una lista de recomendaciones acertadas para retomar casa aspecto de su vida con equilibrio:
Establezca prioridades
¿Se ha sentado alguna vez a analizar cuáles son las cosas que realmente importan en su vida? Es tiempo de hacerlo. Haga una lista en orden de importancia de todo lo que en su vida tiene relevancia y en torno a esa lista orqueste un horario definido que le permita cumplir razonablemente con todo.
Por supuesto que su empleo seglar o su emprendimiento tienen una importancia clave en dicha lista, pero su éxito laboral o comercial tendrá poca incidencia en su dicha personal si su vida familiar o relacional es inexistente o disfuncional.
Cuando hay un desbalance entre el trabajo y la familia, algunas cosas funcionarán bien en detrimento de otras, y a eso no se le puede llamar éxito. Adquiera una visión global de sus ocupaciones y de sus metas en la vida y no vea sólo lo que es inmediato sino a mediano y largo plazo, despojándose de toda visión miope o egocéntrica.
Mantenga la calma
La vida no es una carrera de 100 metros planos en la que siempre ganará el más rápido. Es una carrera larga, una maratón llena de vicisitudes e imprevistos en los que sólo quien tiene resistencia, resiliencia, estrategia y equilibrio, alcanza la línea final. No se apure. Tome las cosas con calma una por una.
Si algo en su trabajo le está robando la calma, analice cómo hallar una solución práctica sin exasperar su mente pues al final el estrés es el verdugo de la creatividad. Si un problema familiar lo tiene en vilo, mantenga su trabajo aislado de tal inconveniente y dedique su energía fuera de las horas laborales a encontrarle una salida razonable. No lleve el trabajo a su casa ni su casa al trabajo.
No se extralimite
Las cargas autoimpuestas suelen ser las que más nos agobian y nos roban la paz y tranquilidad, lo que termina en que desequilibremos la fina línea entre trabajo y vida familiar. Desarrolle fortaleza de carácter para declinar amablemente cuando alguien le solicita un favor que le recorte su horario de forma tal que le impida cumplir con responsabilidades en su hogar o las propias del trabajo. Reconozca sus limitaciones. Es mejor un trabajo bien hecho que dos o tres a medias. En la medida de lo posible, evite cargar su tiempo de ocio o en familia con pendientes seglares, para lo cual será útil apagar o filtrar las notificaciones concernientes a su trabajo y oficina cuando está de vacaciones, fines de semana o gozando de tiempo de calidad con los suyos.
Sea flexible
No existe equilibrio sin flexibilidad; ser equilibrado lleva intrínseco un nivel ducho de flexibilidad. Sepa cuándo es el momento correcto para aumentar un poco el tiempo a su empleo o empresa (previo al lanzamiento de un nuevo producto o un viaje de negocios) o cuando es tiempo de recortarlo (aprovechar sus vacaciones a fondo).
Para tal fin, ser organizado y previsor le hará llegar lejos y sin el agotamiento característico de quienes se desequilibran.Como humanos, por naturaleza tendemos a desequilibrarnos con suma facilidad. Ser equilibrado es un arte.
Dominarlo requiere pericia y dedicación. Mantenga su visión clara y establezca las prioridades en cada ámbito de su vida y logrará tener más gratificación y satisfacción por su esfuerzo día a día.
Priorice su salud mental
Si su salud está comprometida, usted jamás podrá rendir a totalidad en ningún aspecto de su vida y, por ende, terminará en un mar desequilibrado y tormentoso y careciendo de las fuerzas para enfrentarlo. Es tiempo de que analice sus hábitos personales. Alimentarse bien, sin excederse grasas y alcohol, es crucial.
La misma importancia tiene el descansar lo suficiente para que su sistema nervioso se recupere del estrés diario.
Despejar su mente en viajes de fin de semana a algún paraje natural con su familia amigos suele ser inmensamente energizantes. Organice su tiempo para que después su empeño rinda mejores frutos.