Tegucigalpa, Honduras.- El mantenimiento preventivo de su vehículo es esencial para evitar averías costosas y prolongar la vida útil del automotor.
Aunque algunos procedimientos requieren inversión, existen algunas estrategias efectivas que puede implementar para empezar a reducir costos sin comprometer el buen funcionamiento del auto.
A continuación, siete consejos prácticos para cuidar su carro sin afectar el presupuesto.
1. Como primer punto revise y cambie el aceite en el intervalo correcto. Recuerde que el aceite lubrica y protege el motor contra el desgaste prematuro, e ignorar este paso puede derivar en daños severos que afectan el rendimiento además de generar altos costos para su reparación.
El intervalo recomendado lo puede consultar en el manual de propietario que le entregaron junto a su vehículo, de no tenerlo puede buscarlo en internet como “Manual de usuario (marca, modelo y año de su vehículo)”, y verificar por su propia cuenta el nivel y color del aceite.

2. Mantener la presión y el estado de los neumáticos en buenas condiciones es el segundo punto a considerar.
Los neumáticos en buen estado optimizan el consumo de combustible y evitan desgaste irregular en la suspensión, al contrario, una presión incorrecta puede aumentar la resistencia al rodaje, gastando más combustible y deteriorando prematuramente sus llantas.

Lo ideal es revisarlos al menos una vez al mes con un manómetro, siguiendo las especificaciones del fabricante.
3. Cambiar los filtros de aire y combustible cuando sea necesario también es importante.
El filtro de aire evita la entrada de partículas dañinas al motor, mientras que el filtro de combustible protege el sistema de inyección de impurezas. Si están obstruidos, el motor trabaja con mayor esfuerzo, aumentando el consumo de combustible y reduciendo su potencia.
Reemplácelos al notar una reducción en el rendimiento del vehículo.
4. Otro punto a considerar es usar un líquido refrigerante adecuado y revisar periódicamente el sistema de enfriamiento.
El sistema de enfriamiento regula la temperatura del motor y previene el sobrecalentamiento, una de las causas más frecuentes de fallas graves.

El consejo es revisar periódicamente el nivel del refrigerante y rellenarlo con la cantidad adecuada de anticongelante. En esa misma inspección revise el estado de las mangueras y la tapa del radiador para evitar fugas.
5. Que la batería y los bornes estén en óptimas condiciones es clave.
Considere que una batería en mal estado o con conexiones sulfatadas puede causar problemas de arranque y afectar el sistema eléctrico de su vehículo, por eso es obligatorio revisar estas partes y limpiarlas completamente desde el primer momento en que note corrosión.
Paseos placenteros
De ser posible, verifique la carga con un multímetro y opte por reemplazarla al mostrar signos de debilidad.
6. Su manera de conducir también puede generarle problemas a su vehículo, por tanto, evite aceleraciones y frenadas bruscas.
Al conducir de forma agresiva incrementa el consumo de combustible y acelera el desgaste de frenos, transmisión y suspensión.

Adopte una conducción más suave, manteniendo una velocidad constante y utilizando el freno motor en bajadas para reducir el desgaste de las pastillas de freno.
7. Como último punto, realice inspecciones visuales y atienda cualquier anomalía en tiempo y forma.
Muchas fallas pueden detectarse antes de convertirse en problemas graves si se realiza una inspección visual regular.
Revisar mangueras, cables, fugas de fluidos y sonidos inusuales ayuda a identificar posibles averías antes de que requieran reparaciones costosas.
En ese sentido, si nota alguna anomalía, como luces de advertencia en el tablero, vibraciones o pérdida de potencia, consulte a un mecánico antes de que el problema se agrave.