TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El color del humo que sale del escape de su auto puede determinar algún problema mecánico, desde averías en el motor hasta fallas en el sistema de inyección de gasolina.
Un adecuado mantenimiento definirá la vida útil de los componentes de su vehículo, preste atención a estas señales:
Humo negro al acelerar
Cuando la emanación es oscura intervienen varios factores, entre ellos fallas en la cámara de combustión, exceso de carburante, filtro del motor con exceso de partículas de polvo o una mala pulverización de los inyectores.
Si al acelerar a fondo y en más de una ocasión la tonalidad oscura persiste, en la mayoría de los casos se debe a un problema con la válvula recirculadora de gases de escape (EGR).
Al pisar el acelerador, esta debería cerrarse devolviendo una pequeña cantidad de aire de escape de nuevo a la cámara de combustión para reducir la temperatura y que se produzcan menos óxidos de nitrógeno (elemento que al combinarse con el aire forma el humo negro).
Si no se cierra, el combustible seguirá mezclándose con el gas de escape recirculado, y al tener menos oxígeno, el gasóleo no se quema por completo y por eso sale humo.
La avería podría derivarse de una toma de aire en el colector de admisión o de un caudalímetro en mal estado, así como de un filtro demasiado sucio que puede provocar este problema al no dejar entrar correctamente el aire de admisión.
Si al revisar los puntos anteriores persiste la emanación oscura, el fallo está en algún inyector que no pulveriza bien el combustible; si las gotas que inyecta en el cilindro son demasiado grandes, no se mezclan con el oxígeno de forma óptima y no arden bien.
Humo blanco y espeso
Si sale en muy pequeñas cantidades no hay que alarmarse, ya que probablemente es el resultado de la acumulación de condensación normal en el interior del sistema de escape al poner el vehículo en marcha. Después de unos minutos de funcionamiento, este fino humo blanco suele desaparecer.
Sin embargo, cuando la cantidad es mayor, podría indicar problemas más graves, como una junta de culata dañada, un bloque del motor agrietado o problemas con el sistema de enfriamiento.
Humo azul
Si la coloración es azulada y el olor es aún más fuerte, esto suele significar que el motor está quemando aceite en exceso a raíz del desgaste en los sellos de la guía de las válvulas o en los anillos del pistón.
El humo sale por el escape cuando soltamos el acelerador y el auto retiene. Este efecto se debe a que se genera un vacío en los cilindros y absorben el aceite que se filtra por las válvulas.
Cuando el motor está gastado, el humo suele salir siempre, pero más al acelerar. Ante la aparición de humo azul, es conveniente revisar el nivel de aceite con frecuencia y reparar las piezas defectuosas (guía de las válvulas y anillos del pistón).
La tonalidad grisácea se debe a la quema excesiva de aceite o a un turbocompresor defectuoso.