Tegucigalpa, Honduras.- Cuidar la piel no debería ser complicado, pero entre recomendaciones caseras, tendencias virales y consejos bien intencionados, es fácil caer en creencias erróneas que, en lugar de beneficiar, pueden terminar dañándola.
Muchas de estas ideas se transmiten de generación en generación o se propagan en redes sociales, cuando en realidad carecen de base científica.
La dermatóloga Johana Burdeos advierte que algunos de estos mitos además de representar un gasto innecesario de dinero y esfuerzos pueden comprometer la salud cutánea a largo plazo.
Por lo que distinguir la realidad de la ficción es clave para darle a la piel lo que realmente necesita.
1. Uno de los mitos más arraigados es la supuesta necesidad de exponerse al sol para obtener suficiente vitamina D.

"La exposición prolongada y sin protección genera más perjuicios que ventajas, como el envejecimiento prematuro y el aumento del riesgo de cáncer cutáneo", advirtió la experta.
Hoy en día, es posible cubrir los requerimientos de vitamina D mediante la alimentación y suplementos, sin comprometer la salud de la piel.
2. Otra creencia extendida es que sudar ayuda a "desintoxicar" la piel.
Muchas personas creen que al sudar expulsan toxinas acumuladas en el cuerpo y, con ello, mejoran la apariencia de su piel. Sin embargo, esto no es del todo cierto.
"El sudor no elimina toxinas como se suele pensar. Para eso están el hígado y los riñones, que son los verdaderos órganos encargados de la desintoxicación", explicó la entrevistada. Aunque la sudoración puede ayudar a limpiar impurezas superficiales y mantener la piel hidratada de forma temporal, en exceso puede generar irritación, obstrucción de poros e incluso favorecer el crecimiento de bacterias.
3. También es común escuchar que el maquillaje obstruye los poros y favorece la aparición de acné. Esto es cierto solo en algunos casos, pues hoy en día existen productos diseñados específicamente para evitar este problema.

"No todo maquillaje es igual. Actualmente el mercado ofrece productos no comedogénicos, formulados para no bloquear los poros", señaló Burdeos.
4. La confusión también rodea a la hidratación de la piel grasa. Muchas personas creen que, debido a la producción excesiva de sebo, aplicar crema solo empeorará el problema. Sin embargo, omitir este paso puede tener el efecto contrario.
Para estos casos, existen cremas ligeras, libres de aceites, que proporcionan la hidratación necesaria sin aumentar la sensación de oleosidad.

5. Finalmente, está la creencia de que beber mucha agua elimina las arrugas. Si bien una correcta hidratación es clave para la salud en general, no tiene efectos milagrosos sobre el envejecimiento cutáneo.
"Aunque el agua es esencial para la piel, no es un tratamiento contra las arrugas", aclaró Burdeos.
Factores como la protección solar, el uso de antioxidantes y activos como el retinol o el ácido hialurónico son mucho más determinantes para mantener una piel joven y saludable.