TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El mal aliento o halitosis es una afección muy común en los adultos. Sus causas se deben a varios aspectos como consumo de algunos alimentos, hábitos y enfermedades. Aún así, este problema ocasiona vergüenza e incomodidad tanto para quien lo padece como para quien lo detecta.
Actualmente, en muchos lugares venden chicles, pastillas, enjuagues bucales y otros productos para combatir el fétido olor que sale por la cavidad bucal, pero de acuerdo con los expertos estos “no son más que soluciones temporales”.
De modo que para combatirlo es importante comprender sus causas y seguir algunos consejos. ¡Toma nota!
1. Falta de higiene bucal
Cuando las personas no tienen la higiene bucal adecuada se acumula una placa bacteriana encima y alrededor de los dientes, lo que sin duda, es una de las causas del mal aliento.
Ante ello, se recomienda cepillarse los dientes a diario y después de cada comida, lo que ayudará a prevenir las caries y mantener la boca sana.
2. Malas costumbres y malos hábitos alimenticios
Al consumir mucha especia, ajo, cebolla, café o alcohol es normal que la boca adquiera un olor desagradable debido a los componentes de los mismos.
También, masticar tabaco y fumar es uno de los principales aspectos que producen este problema, además de manchas en los dientes.
Evitar los alimentos fuertes es importante para corregir la afección.
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3. Dietas
Algunas dietas son altas en azúcar o bajas de carbohidratos, lo que provoca que de la cavidad bucal emane un desagradable olor al interactuar con las bacterias que se encuentran de forma natural en la boca.
Además, seguir una dieta baja en carbohidratos provoca que el metabolismo no funcione correctamente y provoque mal olor bucal.
Otras causas del mal aliento son la sequedad bucal, consumir determinados alimentos y problemas gastrointestinales. Sin importar la causa, se recomienda acudir a un médico para tratar la enfermedad.
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Otros consejos
1. Completar el cepillado con hilo dental.
2. Cepillar la lengua para eliminar las bacterias que se acumulan en su superficie.
3. Mantener una alimentación rica en vitamina B y C: verduras de hoja verde, fresas, kiwis y cítricos.
4. Comer despacio y regularmente, es decir unas cinco veces al día.
5. Beber agua constantemente, al menos dos litros al día.
6. Respirar por la nariz y no por la boca, pues la producción de saliva disminuye y puede provocar olor y sabor desagradable en la boca.
