TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La soledad no es sólo estar físicamente solo; es sentirse invisible. Este sentimiento impacta negativamente nuestra salud mental, aumentando los riesgos de ansiedad, depresión y enfermedades crónicas como la hipertensión. De hecho, se considera uno de los predictores más fuertes de morbilidad y mortalidad.
La calidad de nuestras relaciones, no su cantidad, es lo que realmente satisface nuestra necesidad de conexión. Sin embargo, muchas veces nos aferramos a relaciones insalubres y priorizamos la superficialidad sobre las conexiones significativas, lo que nos deja aún más desconectados.
Nos cuesta compartir nuestras luchas y éxitos por miedo al juicio y evitamos establecer límites para no alejar a los demás.
La vergüenza nos silencia, y a menudo confundimos la resiliencia con enfrentar todo en solitario. De acuerdo con Emerzon Castillo, psicólogo clínico, para abordar la soledad debemos cuestionar nuestras creencias, incluyendo la idea de que estar solo significa necesariamente sentirse en soledad.
“Hablar abiertamente sobre la soledad es un paso poderoso”, asegura. Cada vez más personas buscan terapia para priorizar la cercanía.
Según Castillo, “la soledad es una experiencia compartida. Cuanto más normalicemos y humanicemos estos sentimientos, más podremos conectar significativamente”.
En lugar de reaccionar con vergüenza o juicio, deberíamos acercarnos a nosotros mismos y a los demás con compasión, ya que la soledad nos recuerda nuestra necesidad universal de conexión.
Para Castillo, es fundamental mejorar nuestra comunicación, preguntando con sinceridad y siendo directos. Preguntas como “¿Qué he estado enfrentando o celebrando últimamente?”, “¿Me siento solo y puedo identificarme con esto?”, y “¿Cómo puedo ayudarte a sentirte más conectado?” son esenciales.
Practiquemos responder honestamente cuando nos hagan estas preguntas. “Superar la soledad requiere aprender a preguntar y escuchar, tanto a los demás como a nosotros mismos, para distinguir entre estar solo y sentirse solo”, concluye.
¿Cómo contrarrestarla soledad?
La soledad puede afectar profundamente nuestra salud, pero hay formas efectivas de combatirla. Participar en actividades de voluntariado o simplemente conversar con alguien que se sienta aislado puede fortalecer nuestras conexiones.
Es crucial mantener el contacto con amigos y familiares y unirse a clubes o sociedades con intereses similares. Dedicar tiempo a actividades que disfrutamos, como el deporte o la música, y estar abiertos a nuevas experiencias nos permite conocer personas de diversos orígenes.
“Hablar de nuestros sentimientos con alguien de confianza y recordar que no estamos solos es fundamental, ya que muchas personas comparten este sentimiento”, afirma el psicólogo clínico Emerzon Castillo.