TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¿Ha sentido un bulto en alguna parte de su piel? Se trata de un lipoma, y por mucho que pueda preocupar su aparición, acá le explicamos qué son y qué significa esto en su estado de salud.
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Científicamente, un lipoma es un bulto o masa blanda de crecimiento lento que se produce debido a un aumento excesivo de células grasas.
Así que si tiene un lipoma, ¡tranquilo!, no hay de qué preocuparse, incluso estos son tan comunes que aparecen en aproximadamente 1 de cada 1,000 personas.
¿Qué es un lipoma y por qué salen?
Un lipoma es una “bola de grasa” caracterizada por un aumento lento y progresivo de su tamaño. Sus características más comunes son la formación de un bulto, una sensación pastosa o gomosa al tacto, y la capacidad de que se muevan dentro de la piel al tocarlos suavemente, además no suele producir dolor.
En la mayoría de los casos, los lipomas se sitúan entre la piel y la capa muscular oculta en cualquier parte del cuerpo que contenga grasa. En teoría, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Suelen aparecer con mayor frecuencia entre los adultos de 40 y 60 años, sin embargo pueden desarrollarse a cualquier edad. Incluso pueden estar presentes al nacer.
El sedentarismo es considerada por los especialistas como una causa común debido a que la falta de ejercicio puede llevar a la obesidad y, por ende, la formación de zonas con grasa ideales para la formación de lipomas. Algunas condiciones médicas como por ejemplo el síndrome de Gardner, adiposis dolorosa, lipomatosis múltiple familiar o enfermedad de Madelung, también son factores de riesgo para esta afección.
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Los médicos suelen diagnosticar un lipoma con una simple exploración física. Pueden empezar por inspeccionar y palpar el bulto. Si el lipoma es grande o doloroso, el médico puede solicitar pruebas para detectar si es canceroso. Aunque en la mayoría de los casos no es necesaria una biopsia, es posible que su médico quiera tomar una pequeña muestra del bulto para examinar en el microscopio.
El objetivo de estos métodos de detección no es más que descartar un liposarcoma, un tipo de cáncer poco frecuente del tejido graso. A diferencia de los lipomas, los liposarcomas suelen ser dolorosos, crecen rápidamente y no se pueden mover con el dedo.
No obstante, luego de un diagnóstico, su médico puede programar controles periódicos para asegurarse de que el lipoma no esté creciendo o cambiando de alguna manera. Otro escenario es cuando su lipoma se vuelve incómodo, es doloroso o crece, en ese caso puede ser candidato para una cirugía que extirpe el lipoma.
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