TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El zumbido de los zancudos es más que una simple molestia; para nuestros amigos de cuatro patas, estos insectos pueden ser portadores de graves enfermedades.
Desde un molesto piquete en su piel hasta la dirofilaria (gusano del corazón). Es por eso que proteger a su perro de estos mosquitos es una responsabilidad vital que requiere un enfoque multifacético.
Y es que los canes, con su pelaje y hábitos al aire libre, son especialmente vulnerables a las picaduras de zancudos. Y a diferencia de los humanos, no pueden protegerse con cualquier repelente o ropa adecuada, lo que los deja expuestos a posibles infecciones.
El médico veterinario Erick Solís explica que para evitar estas picaduras “pueden apoyarse de repelentes en presentación de collares o pipetas”.
Haciendo vital énfasis en que la desparasitación es clave. “La dirofilaria es mortal cuando el parásito alojado en el corazón ya es adulto, pero cuando está en etapa de larva aún se puede controlar con desparasitantes”, advirtió.
Para salvaguardar a su perro, es crucial implementar una serie de estrategias preventivas para mantener a raya estos insectos hematófagos (que se alimentan de sangre) en el entorno.
Sepa que los zancudos prosperan en áreas con agua estancada, por lo que eliminar estos criaderos es el primer paso. Asegúrese de que no haya charcos, recipientes con agua o cualquier acumulación de líquido alrededor.
Además, opte por instalar mosquiteros en las ventanas y mantenga la puerta cerrada para reducir significativamente su presencia.
Contrarreste los efectos tópicos
Como en los humanos, los piquetes de zancudo en los perros se evidencian por un bulto enrojecido que puede generar desde picazón y ardor hasta reacciones alérgicas.
Limpie la zona: Lave el área con agua y un jabón suave para reducir el riesgo de infección y aliviar la irritación inicial.
Compresas frías: Use compresas frías o una bolsa de hielo envuelta en un paño para reducir la hinchazón y calmar la piel.
Productos recomendados: Aplique cremas o spray para reducir la picazón y la inflamación. Consulte a su veterinario sobre la mejor opción.
Señales de alarma
“Que el perro esté comiendo poco (muchas veces no dejan de comer, sino que disminuyen la ingesta), empiece a bajar de peso, tiene tos recurrente, se cansa muy rápido y presenta cuadros de vómitos y diarrea son un llamado para hacer exámenes y ver qué más puede tener porque son enfermedades delicadas, aún más si tienen tiempo para desarrollarse”, dijo el experto.