TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cuando se convive con una persona con algún tipo de patología psiquiátrica diagnosticada (que va desde la ansiedad, la depresión o los ataques de pánico hasta otras más graves como la esquizofrenia o el desorden bipolar), se produce una carga psicológica.
Se puede experimentar ansiedad, tristeza, ira e impotencia ante el escenario. Son reacciones normales. Sin embargo, si se siente colapsado, no espere a que la situación se vuelva aún más crítica. Hay recursos, herramientas y formas de lidiar y ayudar a un ser querido que afronta un problema mental.
Lo primero que recomienda Antonio Escobar, psicólogo especialista en terapia de pareja e individual, es encarar el problema con paciencia, haciéndole saber a la persona afectada cuánto le importa y dándole apoyo incondicional.
A partir de ahí, infórmese sobre la patología psiquiátrica —en este caso la depresión— con la que lidia su pareja; dígale lo que piensa positivamente; anímelo a buscar ayuda profesional cuando sea necesario; muéstrele que posee empatía, que puede ponerse en su lugar y que comprende lo que está pasando; felicítelo por los avances positivos que hace, los cambios de actitud y comportamiento. También sea paciente. Recuerde que, a veces, el camino hacia la recuperación puede ser largo y difícil.
“La depresión puede traer sentimientos de tristeza, soledad, falta de ánimo, irritabilidad, molestia, enojo y aislamiento social. Esto puede hacer difícil saber cómo abordar o ayudar a una pareja. Es importante que apoye a su pareja a buscar atención profesional para tratar su depresión”, apunta Escobar.
Ahora, quien sufre de una patología psiquiátrica puede correr el peligro de desestabilizarse o descompensarse y, en consecuencia, tener una recaída que requiera la revisión de medicamentos u hospitalización. De ahí la importancia de estar atentos a las señales de alarma, según el experto.
No presione, no culpe, no señale
La depresión se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
-No los presione para que le digan algo de lo que no estén listos para hablar. Hablar puede requerir mucha confianza.
-Trate de no hacer suposiciones sobre lo que está mal o intervenir demasiado rápido con su propio diagnóstico o soluciones.
-Si cree que está en peligro inmediato o tiene lesiones que necesitan atención médica, debe tomar medidas para asegurarse de que esté a salvo.
Ante el suicidio
“El riesgo de suicidio siempre aumenta con la depresión. Está bien preguntar si han pensado en morir o hacerse daño. Algunas señales incluyen aislamiento social considerable, cambios notables en su rutina diaria, sentimientos de desesperanza, comportamientos autodestructivos (consumo de drogas, alcohol o actividades peligrosas), regalar sus pertenencias y despedirse”.