TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El divorcio es un evento emocional difícil, que no solo atañe un proceso legal, también deja abierto un surco a la transformación personal, familiar y social.Desde esa óptica, Antonio Escobar, psicólogo clínico en atención individual y de pareja, sugiere simples pero eficaces consejos que lo guiarán hacia una separación enfocada en el bienestar de todos los involucrados.
Por ejemplo, no hable de divorcio a menos que esté determinado. “Utilizar esa palabra como amenaza o ultimátum sólo creará más problemas. Si alguien no está seguro de que divorciarse es lo que quiere, probablemente no es el momento para estar discutiendo sobre el tema”, apunta Escobar.
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Como regla general, entienda que las decisiones trascendentales jamás se toman en momentos de furia o frustración. “Si hay hijos de por medio, no son un arma a utilizar en contra. A los hijos hay que incluirlos en el proceso ya que les puede afectar. Que comprendan que no estarán en medio de sus padres ni que estarán rebotando de una casa a otra. Darles la seguridad que ellos necesitan para pasar por el proceso y adaptarse sabiendo que sus padres les toman en cuenta y piensan en su bienestar”, añade.
En la misma línea, muestre a sus hijos el ejemplo de que sus padres (y las personas) no solo pueden sobrevivir, sino prosperar a través de uno de los mayores desafíos de la vida.
Al elegir divorciarse en paz, permite que ellos sean testigos del poder del respeto, la resiliencia y la cooperación. Y mientras tanto, tienen la oportunidad de sentirse apoyados y amados a pesar de tener que hacer frente a la nueva estructura de crianza que se avecina.
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