TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Disfrutar de las fechas especiales al lado de los seres amados es el mejor regalo de Navidad. Pero cuando de niños se trata, hay muchos más aprendizajes por inculcar.
Los regalos, la ropa nueva, las decoraciones, los banquetes... Nada de eso importa cuando los valores y el agradecimiento no hacen parte de la celebración. Y padres y madres deben tenerlo presente frente a sus hijos.
La psicóloga Diana Lozano refiere que, en el afán de hacer de estas fiestas un motivo de alegría entre los niños, muchos adultos cometen errores que terminan por empañar lo que debería ser una época de mayor solidaridad.
Primero menciona la idea de “llenar vacíos emocionales desde la compra excesiva de regalos a los niños y las niñas, que hace que se genere una costumbre de siempre obtener grandes premios al final del año, generalmente para compensar el tiempo que no se les brindó durante los demás días”.
Otra costumbre enmarcada en la fecha es la de donar a los menos favorecidos. Sin embargo, la psicóloga apunta que muchos “tienden a regalar lo que ya no necesitan en sus hogares”, lo que “no genera un espacio de moral aceptado, puesto que se enseña a dar conforme a la depuración”.
Por otra parte, algunos adultos siguen siendo negligentes en el consumo de juegos pirotécnicos y la quema de pólvora, lo que anualmente genera accidentes y quemaduras de tipo grave, “aludiendo que sin pólvora no existe la Navidad”.
Y, finalmente, hacer que sus hijos los acompañen durante actividades nocturnas, sin importarles el descanso y las horas de sueño esperadas según la edad de cada uno de ellos, es perjudicial”, subraya.
Prácticas que sí merecen la pena
Ya el hecho de poder pasar las fiestas navideñas en familia es una gran oportunidad. Y si a ello le agrega un ambiente de sana convivencia y actividades, usted será el anfitrión de sus niños en una velada dedicada a regalar afecto y dar las gracias.
Recorridos. Salir a observar las luces de casa en casa en compañía de vecinos o amiguitos es una actividad que puede permitirles.
Sesiones de fotos. Una buena sesión de fotos entre adultos y niños dinamizará la jornada y enmarcará el recuerdo navideño.
Intercambios. Participar de un intercambio de detalles al interior de la familia es algo que los niños suelen disfrutar mucho.
“Los niños y las niñas deben participar en actividades enmarcadas en la solidaridad durante esta temporada, donde se evidencie la necesidad de compartir desde la calidad. También hay que fortalecer comportamientos deseados con acuerdos específicos desde la búsqueda de la convivencia sana entre las familias”, puntualiza Lozano.