TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Pocas situaciones de pareja pueden emocionar y a su vez atemorizar tanto como la idea de hacer a un lado la rutina de solteros y plantearse el hecho de vivir juntos.
Se trata de un paso muchas veces irreversible respecto al destino de la relación, una prueba de fuego que puede acabar por afianzar los lazos entre ambos o simplemente derivar en una ruptura inminente.
Ahora bien, cuándo es el mejor momento para hacerlo parece la duda más frecuente entre las parejas. Mientras unos aluden que unos pocos años de noviazgo son más que suficientes, otros prefieren extender el plazo lo máximo posible para estar seguros.
El hecho es que no existe un marcador exacto que les ayude a definir algo tan importante pensando únicamente en números. Se trata de un compromiso mayor, que involucra directamente el bienestar propio y el del ser amado, y que debe asumirse desde bases mucho más sólidas.
Antes de llevarlo a cabo es imprescindible evaluar cómo está actualmente la relación. Usted y su pareja son los únicos capaces de identificar si hay peleas recurrentes, diferencias mayores, falta de comunicación o comprensión, molestias acumuladas o cualquier otro problema que pueda estar emitiendo banderas rojas.
Por otra parte, si ambos coinciden en el deseo de dar ese siguiente paso y están de acuerdo en los puntos más relevantes que implica una convivencia diaria y un proyecto de vida, no hay por qué temer. Recuerde que se trata de un mutuo acuerdo sobre el curso que ambos quieren darle a su relación, y avanzar es un objetivo lógico. La decisión es de dos.
Aspectos clave que deben considerar
Cada persona tiene su propia visión de la vida, sus valores, sus costumbres y sus metas, así que la tolerancia es un elemento que no puede faltar y esta se desarrolla en el noviazgo. Además, estos otros aspectos cobran protagonismo si están pensando en formar hogar.
Economía. Un tema esencial que deben evaluar es la economía del hogar, partiendo de la transparencia respecto a los ingresos, de dónde vienen, si existe alguna deuda o no y cómo planean manejar su presupuesto.
Labores domésticas. Las faenas domésticas son un compromiso mayor que debe ser definido con antelación. Nunca será lo mismo ayudar de vez en cuando que sentirse con la responsabilidad diaria de atender a alguien más.
Hábitos. Cada uno ha sido criado de manera diferente, por lo que ambos mantienen hábitos dispares que podrían repercutir en el bienestar del otro. Asegúrense de replantearse si en verdad son compatibles.
Proyección. La idea que tengan respecto a mudarse juntos debe ser compartida. Si su pareja lo ve como un experimento y usted como el paso previo a un matrimonio y una vida juntos, quizá no vaya a funcionar.