Querétaro, México.- Desde las 8:00 de la mañana este espacio de 210,000 metros cuadrados es un ir y venir de humanos... y máquinas.
Y no es para menos, cuando la tarea es importante: producir más de 16,000 unidades de refrigeradores, lavadoras y secadoras. Una labor titánica que se traduce al año en más de cuatro millones de productos.
Y en ese ajetreo del día a día, que mantiene a punto la producción para toda una región, los empleados de la fábrica de Samsung en la ciudad de Querétaro vieron pasar a periodistas y creadores de contenido de Centro y Sudamérica, que en una visita sin precedentes pudieron recorrer, entre el asombro y la curiosidad, las áreas donde se fabrican estos productos.
La visita inició una tarde en que el calor se mezcló con la oportunidad de ser el primer grupo de medios e influencers que ponían pie en este espacio para ver, de primera mano, cómo se desarrolla la producción a escala industrial.
Esta es una de las tres fábricas que Samsung tiene en el continente americano, las otras están en Manaus (Brasil) y en Estados Unidos, donde se fabrican otros productos.
Entre estas fábricas y las que se ubican en Corea del Sur (casa matriz), China y Vietnam, los empleados comparten el mismo espíritu innovador, que resulta en productos que facilitan la vida diaria, desde la conectividad que ofrecen los smartphones, hasta la comodidad de los productos para el hogar.
Durante el recorrido, los colaboradores de Samsung recordaron que allá por 2003, cuando iniciaron las operaciones en Querétaro, la fábrica se enfocaba en una sola línea de producción: refrigeradores.
21 años después, la producción ha llegado también al ensamble de lavadoras y secadoras, que luego son distribuidas en un 20% al mercado mexicano; el 17% a Colombia, Perú, Brasil, Chile, Panamá y Argentina, y el resto a otros países del mundo.
Los refrigeradores Family Hub, Bespoke y Top Mount Freezer, así como las lavadoras y secadoras Bespoke, Laundry Hub y las lavadoras de cargas superiores, Top Loads, son los modelos que salen desde Querétaro. Solo de secadoras se producen 120 modelos, y 18 de Laundry Hub, para dar un ejemplo.
Una labor que a diario realizan los más de 3 mil empleados y alrededor de 60 robots distribuidos en los diferentes segmentos de producción.
Es un proceso interesante, no es lo mismo ver el refrigerador en la cocina de la casa, que ver cómo un robot le da forma, para luego pasar a manos humanas que continúan con un proceso que luego finaliza con otra máquina que verifica que todo esté perfecto, para que cuando usted compre ese producto, todo funcione como Samsung lo tenía planeado desde que se planteó la creación del mismo.
Todo está milimétricamente planificado y elaborado. Todo queda en un registro que permanece en los sistemas de Samsung por espacio de una década, hasta que no haya ninguna duda de que ese refrigerador, secadora y lavadora, cumplirá con su función en el largo plazo.
Pero aunque en un espacio como este pareciera que no hay lugar para nada más que fabricar productos, los empleados viven no solo en una actividad laboral constante, sino también en procesos formativos.
La compañía surcoreana ofrece más de 40 mil cursos de capacitación, y adapta en sus instalaciones espacios para el ocio, como una sala de cine, y programas para que las familias tengan momentos de sana diversión.
Y como un recorrido a una fábrica se complicaría si la visita no tiene energías, los invitados de Samsung, que primero habían participado en la Ciudad de México en el LATAM Tech Seminar, donde conocieron las cualidades de la BESPOKE AI Laundry Combo, compartieron con los colaboradores de la marca un almuerzo en su restaurante para empleados, donde diariamente se sirven aproximadamente 2 mil 800 comidas.
Y así, entre fotografías y agradecimientos, este grupo de profesionales de Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, Argentina y Chile, regresó a la Ciudad de México para darle fin a su visita, acogidos por las luces de la ciudad, una de las más habitadas del mundo.
