Cuando estaba en tercero de ciclo común comenzó a pintar en un taller de pintura que ofrecía la Asociación Pueblo Franciscano de Muchachos y Muchachas (Apufram), hoy a casi diez años de ese día, Emilio Lanza realiza su primera exposición individual en la Casa de la Cultura de Comayagua, bajo el nombre de “Larga vida al sol”.
El pintor conversó con Vida Cultural, y estas son sus impresiones.
¿Cómo es que surge su interés por la pintura?
Cuando empecé a pintar estaba en tercer curso de ciclo común, en un taller de pintura de la Asociación Pueblo Franciscano de Muchachos y Muchachas (Apufram), de la cual es parte el Instituto Maximiliano Kolbe, donde yo estudié.
Uno de mis compañeros que sabía que me gustaba pintar me dijo que probara pintando un cuadro un día que llegué a hacer una tarea, de allí me gustó y me puse a pintar todos los días durante tres horas.
Mis amigos me decían cómo pintar árboles y cosas así, pero la mayoría fue de manera autodidacta. Pintábamos pueblos típicos de Honduras que se vendían como souvenir. Cuando salí del colegio me interesé por pintar otros temas influido por Dalí y Van Gogh.
El dinero que se gana en las pinturas ha servido para continuar con el programa de pintura en el taller y para comprar incluso comida para el personal del centro o hacer alguna actividad para el fortalecimiento psicológico y recreativo de los alumnos.
¿De qué manera balancea su carrera y el arte?
Acabo de terminar mis estudios de arquitectura en la UNAH, y mientras
estaba estudiando continué pintando en el taller durante las semanas de vacaciones que tenía. Los estudios en arquitectura me han ayudado bastante en mi arte.
Además, me gusta escribir poesía y tocar la guitarra (y ahora armónicas), durante mis últimos años en el colegio fundamos un grupo de música, y fui el director del grupo y guitarrista, este año me he atrevido a componer un par de canciones al sol. Ademas fundé un grupo socio-cultural con amigos en la universidad, llamado Arquetipo, donde hacemos proyectos, exposiciones y eventos dirigidos a promover el arte y la arquitectura, poco a poco nos vamos afianzando y creciendo.
Sus temáticas son variadas, y en esta ocasión se enfocó más en las aves y el sol ¿por qué? Tengo varios personajes en mis pinturas cajas, mayas, aves, burbujas entre otros con su simbolismo propio.
En esta ocasión he dedicado la exposición al sol, por la importancia que tiene a diferentes niveles de la vida, biológico, místico, religioso, de poder y gobernabilidad, de conocimiento y sabiduría, entre muchas cosas más.
Imagínese una cultura basada en el sol, y no tanto como los mayas sino mas profundo y amplio, que cada celebración sea dedicada a él y que principios de el sol se aplicaran a la vida como valores, por ejemplo ser constantes, puntuales, buscar dar luz, o el uso de la tecnología sea en relación a él.
Tantas cosas que se podría hablar sobre el sol, y a pesar de que esta allí todos los días desde que nacemos hasta que morimos se nos hace tan misterioso y hay tanto que aprender e investigar por ejemplo las tormentas solares.
También he utilizado las aves, guaras en este caso, para hacer el papel de antropomorfismo. Además, para las personas que quieren libertad las aves representan eso, y también ellas aportan bastante movimiento y vida a la pintura, cosa que andaba buscando también por el tema.
Actualmente, Emilio Lanza
guía a un grupo de estudiantes del colegio a aprender a pintar, actividad que realiza desde hace dos años.
El artista nacional, expondrá su muestra de 30 pinturas en la Casa de la Cultura de Comayua hasta el 18 de octubre en un horario de lunes a domingo de 9:00 AM a 5:00 PM.