Desde el punto de vista de los guías académicos de centros de educación prebásica y básica hay tres cuestiones fundamentales que plantearse a la hora de abordar el problema de los procesos de aprendizaje; una de ellas es ¿cómo estudian y aprenden los estudiantes?, ¿qué modos de abordar el aprendizaje son más eficaces? y ¿por qué los estudiantes aprenden a través de la práctica?
Los enfoques de aprendizaje tienen un carácter de orientación a aprender de determinada manera, lo que les confiere parentesco con los estilos de aprendizaje, que son formas específicas y relativamente estables de procesar información.
Por lo que los estudiantes tienen que formar una alianza muy importante con los maestros para que se acoplen al estilo de enseñanza que tienen cada uno de ellos.
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Motivación
Tiene que existir un enfoque profundo, ya que hay estudiantes que se motivan sin importar las circunstancias. Por lo que se tiene que usar estrategias que se usan para lograr la comprensión y satisfacer la curiosidad personal.
A nivel de procesos, el estudiante interactúa con el contenido relacionado, las ideas con el conocimiento previo y la experiencia, usa principios organizativos para integrar las ideas, relaciona la evidencia con las conclusiones y examina la lógica del argumento.
Por otra parte, la constatación de la conveniencia del enfoque profundo supone un claro reto para los docentes, ya que deben potenciar el aprendizaje profundo de los estudiantes, por una parte, porque éstos aprenderán más y mejor, y por otra porque así es mucho más probable que les vaya bien en los estudios.
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Es cierto que en ello juegan muchas variables, con toda seguridad, como motivos, intereses, actitudes, expectativas, experiencia previa, manejo de estrategias de aprendizaje, etc.
Todas ellas provenientes del estudiante, pero también los docentes tienen la importante tarea de potenciar el enfoque profundo promoviendo metas de alto nivel para los estudiantes que vayan más allá de la reproducción de los conocimientos.
También utilizando metodologías de enseñanza más adecuadas que la sola enseñanza expositiva, trabajando la resolución de problemas, fomentando el pensamiento crítico, arbitrando procedimientos de evaluación más exigentes que vayan más allá de la pura reiteración de lo aprendido, etc.
Es, sin duda, un reto apasionante en un nuevo escenario promovido para formar profesionales de alto rendimiento.
