Centenares de jóvenes y niños provenientes de diferentes partes de la capital y del país llegaron al Santuario y a la vieja ermita a rendirle homenaje a la Virgen de Suyapa.
“Somos de Verbum Dei, una congregación que está en la Aldea de Suyapa”, sostuvo Gabi López, una joven catequista.
Mientras cuatro adolescentes cargaban en hombros una réplica de la Virgen de Suyapa, un centenar de niños rezaban y cantaban alabanzas a la patrona de los hondureños.
En el interior de la ermita otros jóvenes, de diferentes estratos sociales, con gran respeto encendían velas como una ofrenda de gratitud.
Abel Alexander Funes y su hermano Marvin Alexis, originarios de Lepaterique, Francisco Morazán, relataron que vinieron a la capital solamente a presentar su gratitud a la Virgen María de Suyapa.
“Ya le dimos gracias a la Virgen, ahora tenemos que regresar a nuestra casa”, manifestaron mientras se perdían entre la gente y los desordenados puestos que los comerciantes tienen instalados en la plazoleta frente a la vieja ermita.
La festividad y las manifestaciones de gratitud continuarán aumentando este día en ambos santuarios.