Con fervor, sujetando las palmas, la feligresía católica elevó ayer sus oraciones en la conmemoración del Domingo de Ramos.
EL HERALDO buscó este domingo captar esas imágenes de fe y devoción entre niños, jóvenes y adultos que participaron en la rememoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, convencidos de que solo Dios pueda salvar los problemas que aquejan.
Principalmente se clamó por la paz, el cese a la violencia, la justicia y el bienestar familiar.
En sus rostros se reflejaron la pasión, la fe, la esperanza.
En silencio, cada uno elevó peticiones por sus necesidades, en ferviente oración.
Abrieron sus corazones a Jesús en esta Semana Santa, reafirmando su compromiso de dar fruto abundante de buenas obras.