En las imágenes se ve a uno de los que lo sostenían darle algunos golpes leves en el rostro con el ánimo de mantenerlo despierto, sin embargo el joven volvía a caer en desmayo
Las crudas imágenes muestran a un privado de libertad, que no pasa de los 25 años, con su espalda perforada por un balazo y su ropa bañada en sangre mientras otros reclusos se pasean armados de palos