Honduras no es Argentina o El Salvador, pero la apertura del mercado de la agroenergía induce a practicar formas innovadoras para la inversión en el agro.

La historia demuestra que no se logra desarrollo simultáneo en todas partes de un país, pues las características particulares de los territorios imprimen diferencias en el ritmo y forma de progreso.

Honduras no se merece un solo corredor de desarrollo que sustente el progreso nacional, no obstante sus grandes beneficios y potencialidades. Poner empeño en construir, al menos, un nuevo foco de mayor inversión daría un impulso histórico al desarrollo nacional.

Honduras depende fuertemente del petróleo, con demanda creciente plena de costos. El ahorro y uso productivo de sus derivados es condición sine qua non, así como acelerar el desarrollo de la industria nacional de los biocombustibles mediante la agroenergía.

Con nuestro elevado crecimiento demográfico y necesidades perentorias de crecimiento, obtener más energía eléctrica es asunto de interés nacional.

Honduras cuenta con los recursos naturales y humanos para desarrollar industrias modernas de combustibles y energía eléctrica con cultivos agrícolas y forestales.