Tegucigalpa, Honduras
Esa estampa no la pierde. Y eso que el 20 de junio de este año cumplirá 21 años desde que llegó a la capital Tegus.
Debutó un 20 de agosto cuando Salomón Názar y Raúl Leitzelar deciden dar un golpe de timón en los Pumas y separan al hondureño Miguel Escalante; llegó él, formoseño, flaco de pelo rubio enrulado, de la escuela de Estudiantes de La Plata, ojos pequeños y tímidos. Cara de león. Quinientos un partidos después en Primera...
“Me acuerdo como si fuera hoy de mi primera vez en el banquillo de la U. Jugamos contra el Real Maya de Gilberto Yearwood en Siguatepeque y ganamos 2 a 1 con goles de Camilo Bonilla Ocampo y otro de Leonel Rodríguez”.
Héctor Vargas lo recita como un Padre Nuestro; “arranqué con el pie derecho”, recuerda, mientras trae a su memoria los principales momentos de una carrera que en Honduras lo ha convertido en un histórico: es el primer timonel extranjero en superar los 500 duelos dirigidos en la Liga Nacional.
20de junio de 1997llega al país por primera vez. Es Director Técnico de la U. |
Se dice fácil, profe, pero se trata de 501 veces en un banquillo, ¿eh?
Sí. Incluso creo que son más partidos... pero es una buena cantidad, hablamos de un promedio de 40 partidos por año.
¿Qué dijo ese 20 de agosto de 1997, León?
Venía a conocer otro mundo futbolístico. Y en los entrenamientos miraba a Jorge la Avioneta Martínez cambiándose en cualquier lado de la cancha de tierra de la Universidad. No había camerinos como pasa en Argentina. Eso me sorprendió, claro.
¿Cómo era la crítica con usted en esos meses?
Siempre tuve una crítica buena, porque en la U no tenía enemigos y hasta pasé desapercibido. En la liguilla nos eliminó el Platense de Jorge Dubanced con dos empates.
¿Cuáles son los mejores jugadores que dirigió?
Me imagino lo que fue César el Nene Obando en sus mejores momentos. A mí me tocó entrenarlo después y me llamó la atención su técnica; recuerdo a Juan la Montuca Castro, Wilmer Cruz, Miguel Arcángel Güity. Luego pude ver a Alexis Duarte, Amado Guevara y Alex Pineda Chacón. Todos jugadorazos.
¿Qué goles son los que más gritó en el banquillo?
Grité como loco el gol de Mauricio Copete contra Necaxa que significó la salvación de Victoria. Perdíamos 2 a 0 y con el 3 a 2 zafamos del descenso. También el del Choco Lozano a Portland con el que pasamos a la siguiente ronda o el gol del Choco mismo cuando le ganamos a Motagua en la gran final.
¿Y con la U?
El de la Avioneta Martínez a Platense. Faltaban ocho minutos, se llevó a toda la defensa e hizo un gol fantástico. Después nos empató Platense y no pudimos llegar a semis.
¿Con qué asistentes hizo mejor química?
A Hermelindo Cantarero lo conozco hace 20 años. Salomón Názar me hizo elegir entre él y Luis Cruz y me decanté por Hermelindo porque lo miré más campechano. Luego vienen Nerlin Membreño, Israel Canales, Marvin Henríquez o el mismo Jorge Pineda, con quien tenemos una magnífica relación.
¿La peor cancha donde jugó en Liga Nacional?
Una vez la Liga programó un partido en Santa Rosa de Copán. Iba con la U a enfrentar a Palestino allá por 1998 a las 2:00 de la tarde del mismo día que se jugaba la final del Mundial entre Francia y Brasil. Esperamos al árbitro como media hora y dentro de la cancha había unas vacas. Queda para la anécdota el 2 a 2, estábamos en pleno partido preguntando por Francia y Brasil... ja, ja, ja.
¿Cuáles serían sus mejores momentos?
Las tres Ligas con Olimpia, la Copa y haber derrotado a Portland Timbers en la Concachampions con un Olimpia de un nivel espectacular.
¿Y tácticamente qué juego no olvidará jamás?
El que le ganamos 3 a 2 a Olimpia con Marathón en San Pedro. En el vestuario reorganizamos un 2 a 0 en contra y lo dimos vuelta. Acertamos en los cambios.
También la vez que dirigiendo a Platense jugamos contra el España campeón de Pepe Treviño, con Lalín, Everaldo, Tyson, Pavón, un equipazo. Hice mandar a traer a San Pedro a Carlos Will, quien recién había llegado de viaje con la H. Resistimos y ganamos con un gol de Will como al minuto 80.
¿Se hizo gran amigo de algún jugador en estos 20 años de carrera?
Con el que tuve una amistad muy grande fue con Ovidio Guevara, a quien hice debutar en la U. Me dolió mucho el final que tuvo (falleció). También con Víctor Sánchez, Julio César el Pungui Suazo y muchos otros más...
¿Algún jugador le dijo que le daría parte de su sueldo para ser titular?
¡No!, qué va. Al contrario, más bien les ayudaba a ellos... ja, ja, ja... A Darixon Vuelto le daba 50 lempiras para que llegara a entrenar desde Sambo; a Félix Crisanto y Castellanos les mandaba comida para que cenaran.
¿Le quedaron debiendo plata los equipos?
La mayoría. Ciento siete mil lempiras en Hispano; Selim Canahuati me dijo que del dinero del Mundial 2010 Platense me iba a pagar una deuda y no reclamé. En Victoria me quedaron debiendo un dinero. Pero siempre tengo una buena relación y donde fui, volví.
¿Lloró alguna vez?
No. Porque después del fútbol la vida me premió con una linda familia y el luto me dura una o dos horas. ¿De alegría? Tampoco soy muy expresivo, es algo que me critica mi esposa. Debe ser por mi sangre alemana, mi mamá y mi abuelo eran alemanes y por ahí tengo esa manera de actuar.