A pesar de haber ganado 0 - 1 (Global 1 - 2 a favor de Motagua) el resultado no fue suficiente para que los albos se quedaran con la añorada copa 31.
Las Águilas, que fueron el equipo más regular durante todo el torneo, se alzaron con el título de campeón ante un Olimpia que no mostró grandes cosas durante esta serie de final (amén de los últimos 15 minutos del segundo juego) y tampoco en la serie de semifinales ante Real España.
Con la desilusión del domingo, Olimpia sumó poco más de dos años sin poder ser campeón, en donde a tenido que conformarse solamente con el título de la Liga Concacaf en 2017.
La última vez que Olimpia logró 'gobernar' en Honduras fue en el Clausura 2016 ante la Real Sociedad de Tocoa, en esa ocasión los Leones vencieron a los Aceiteros por 3 - 1, luego de haber perdido en Tocoa 2 - 1 una semana antes.
Desde 2016 hasta la fecha, los albos no habían podido lograr clasificarse a la final, teniendo muchos declives en las series eliminatorias.
La sequía del campeón
En el Apertura 2016-2017 quedaron fuera precisamente ante Motagua (2-1 global) en semifinales, posteriormente las Águilas se quedarían con el título.
Para el Clausura 2017, el verdugo de Olimpia fue el Honduras del Progreso que lo derrotó 4 - 2 en El Progreso y luego le sacó un empate 2 - 2 en el Estadio Nacional, para un global de 6 - 4, que dejó fuera a los albos en semifinales.
Al torneo siguiente, Motagua dejó fuera a los Leones en semifinales. Olimpia había tomado ventaja de 2 - 0 en la ida, pero no supo aprovecharla en la vuelta, incluso estuvieron arriba 3 - 0 en el global pero terminaron cayendo 3 - 1 en la vuelta, ese resultado clasificó a Motagua por mejor posición en la tabla.
En el Clausura 2017-2018 de nuevo se repitió la misma historia del torneo anterior, Motagua dejó fuera a Olimpia por mejor posición en la tabla (Global 1-1).
Olimpia regresó a una final dos años después de aquel título ante la Real, parecía que los años gloriosos del viejo león volverían, enfrente, aquel Motagua que le ha robado 5 copas en finales y el mismo que muchas veces lo dejó fuera de la gran final.
El partido de ida fue muy trabado y sólo supo abrirse cuando Olimpia se quedó con 10 hombres, la expulsión de Jonathan Paz condicionó el partido, y los albos terminaron pagando ante un Motagua que es más contundente, que tiene a un Rubilio Castillo en su mejor momento y aun técnico que le tiene la talla medida a un león que luce viejo y cansado.
Motagua fue más certero y supo aprovechar las fuerzas de flaqueza mostradas por Olimpia, e incluso, se dio el lujo de perder el partido de vuelta, algo que no le alcanzó a los Leones para lograr la soñada remontada.
Motagua llegó a su título 16 de la Liga Nacional, el cuarto bajo el mando de Diego Vazquez y el sexto que le gana a su acérrimo rival, Olimpia.
Los Azules han marcado una hegemonía en finales ante Olimpia, una paternidad que parece nunca acabar. La de hoy parecía ser una noche para romper esa mala racha, pero terminó siendo lo mismo de siempre, Motagua Campeón.
Una sequía que parece nunca acabar
Para Olimpia, no ser campeón en cinco torneos consecutivos significa el mayor fracaso en la historia del club, ya que los Leones además de ser considerados como el equipo más grande de Honduras, tienen la costumbre de ser campeones al menos una vez cada año, pero en la actualidad llevan más de dos años sin poder lograr un título de Liga.
Durante todo este lapso, han pasado cuatro técnicos que no han podido sacar de la mala racha al multicampeón hondureño.
El último técnico campeón con Olimpia fue el argentino Héctor Vargas, quien dirigió por dos años a los albos, ganando tres títulos de Liga.
Luego llegó Carlos el Piscis Restrepo, con quien Olimpia logro el título de campeón de Liga Concacaf en 2017, pero que no pudo sacar resultados positivos en la Liga Nacional.
Nahún Espinoza llegó como el apaga fuegos de los albos, pero a este se le recrimina haber sido la principal cabeza de la eliminación en semifinales del Clausura 2017-2018 ante Motagua.
Espinoza siguió bajo la dirección del club para este torneo, pero fue separado del club luego de no conseguir los resultados que la junta directiva de los albos quería, aunque más parecío ser una campaña mediática de la prensa y de la afición para la destitución de Nahún.
Keosseian sumó su tercera derrota, en lo que va de su mando, en la final de ida ante Motagua, asimismo, logró su primer triunfo bajo la dirección técnica de Olimpia.
Olimpia tendrá que esperar un torneo más para romper esa mala racha de torneos sin conseguir un título y también de romper esa seguidilla de series perdidas ante Motagua.
Las enfermedades del León
Primero, las malas decisiones de la junta directiva de los albos ha hecho que el funcionamiento del equipo no cuaje de acorde a lo que está acostumbrado hacer el León.
La junta directiva destituyó a Vargas por discrepancias con el vicepresidente Osman Madrid, a quien el argentino hizo fuertes criticas luego de salir de Olimpia.
Quizás, es Vargas el técnico que más le ha dejado cosas positivas a Olimpia. El León de Formosa fue el gran impulsor de apostar por jóvenes en varios torneos con Olimpia, sacando a flote a jugadores como: Oscar Salas, Alberth Elis, Michael Chirinos, German Mejía, Kevin Álvarez, Elmer Güity, entre otros.
Vargas apostó por una generación joven que pudo consagrarse tres veces como campeones de Liga Nacional.
Posteriormente, con la llegada de Restrepo, Olimpia tuvo un retroceso en su formación de jugadores y quizás haya sido el principal factor de la declive de Olimpia.
A pesar de haber ganado el título de Concacaf, Restrepo fue separado por sacar malos resultados en el torneo local, además de que nunca convenció en su modelo de juego, muy criticado por la afición.
Con la llegada de un viejo conocido (Nahún Espinoza) parecía que Olimpia volvería a ser el grande que siempre ha sido, pero no fue así. Nahún se convirtió en un técnico resultadista, al que le importaba más no perder que ganar.
Sin embargo, Espinoza se fue sin perder un tan sólo partido, dejando a Olimpia con un invicto de 217 días sin perder, pero que terminó con la llegada de Manolo Keosseian.
A Nahún le pudo más la parte mediática que la deportiva; la prensa del fútbol y la afición le exigieron más de lo que el equipo podía dar, su estilo de juego no era tan brillante, pero al menos no perdía. Sin embargo, eso no bastó y su salida del club fue inminente.
Keosseian llegó para recomponer a un equipo que no está descompuesto, pero que su actitud deja mucho que desear. Las malas decisiones administrativas, las malas contrataciones y el mal manejo en la parte deportiva son las grandes enfermerdades de los Leones.
Olimpia tendrán que darle vuelta a la pagina para volver a ser el viejo león al que todos temían, el multicampeón nacional y el club más laureado de Honduras o seguir con esa sequía de títulos que parece nunca acabar.