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Keosseián a Melvin Matamoros: 'Sí tenés h... para pitar una final”

El árbitro con Gafete FIFA conversó con El Heraldo sobre la gran final que se disputó entre Olimpia y Motagua
Motagua
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10.01.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las cuatro décadas de vida parecen haber llegado en el momento justo al cuerpo de Melvin Matamoros, el hijo predilecto de Morocelí que ha corrido 24 kilómetros la última semana antes de someterse ayer a la prueba física que da licencia para pitar en Liga Nacional; se le ve fresco, alto como una escalera y flaco como una aguja cuando saluda a Zona en una mesa de La Crepería, desde donde el mejor árbitro de Primera División repasa su 2018 y dibuja en su mente un 2019 “muy exitoso”.

No tiene reparos para pedir una crepa dulce, de esas rellenas de helado y calorías. “Es que no tengo limitaciones con la dieta, la comida no me hace daño porque siempre entreno todos los días; los plátanos y los frijoles se queman con el trabajo diario...ja, ja, ja”, explica antes de posar para la lente de Marvin Salgado y empezar a hablar de lo que todo mundo quiere saber: la final entre Motagua y Olimpia, su séptima personal, “mi juego del año”.

¡Qué fin de año 2018 el que tuvo, Melvin!
¡Uf!, fueron dos semanas bastante complicadas previo a las finales. Antes del primer juego ya se sentía un estrés muy fuerte y después del primer juego subió de niveles por todo lo que se dio en la ida: las decisiones arbitrales, la muerte de don Rafael Ferrari...

Foto: El Heraldo









¿Cree que se equivocó Héctor Rodríguez?
Conozco a Héctor y sé que las situaciones que se dieron no fueron por presiones de Motagua ni mucho menos como dicen por ahí. Él puede argumentar las tarjetas que mostró conforme a las reglas de juego, pero siento que tuvo que haber manejado mejor los momentos porque el partido era más grande que lo que estaba sucediendo.

Entonces usted y su equipo de trabajo llegaron más presionados a la vuelta, ¿no es así?
Claro que sí, pero nos reunimos antes a planificar el partido, ya que era muy importante saber soportar esas cargas de presión; sabíamos que el más mínimo roce de un jugador con otro iba a provocar una explosión.

Y así fue iniciando el juego, ¿no? Rápido amonestó a German Mejía, pero no hizo lo mismo con Reinieri Mayorquín.
El primer jugador que comete falta fue Mayorquín yala segunda se las cuento; después Mejía hace dos faltas y se las cuento. A la tercera de Mejía le saco amarilla y luego cuando Mayorquín comete la tercera se me escapó ese detalle, se me fue de las manos y sí, acepto que es algo que debo mejorar este año.

¿Y el codazo de Kevin Álvareza Rubilio Castillo no lo miró?
Esa fue la jugada más significativa para la cuarteta. Tenía todo para coronarme con una tarjeta roja, pero en ese instante conversamos la jugada vía intercomunicador con Saíd Martínez y Óscar Velásquez... los tres la vemos para roja, pero inmediata gritamos amarilla por el ambiente que había. Si nosotros expulsábamos a Kevin es posible que el juego hubiera acabado a los golpes y eso es lo que no queríamos.

Foto: El Heraldo









Y Manolo Keosseián se metió al campo, ¿verdad?
Sí, en esa acción se dio algo curioso: el técnico de Olimpia abandonó su área técnica y entró al campo, algo que está prohibido, y le dijo a Rubilio: “Por tu culpa perdimos el primer juego, por mentiroso”. Pudimos haber expulsado a Manolo, pero el juego ya iba a terminar y no queríamos complicarnos. Amonestamos a Kevin,regresamos a Manolo a su banco y todo terminó en paz.

¿Alguien de Olimpia lo felicitó al finalizar el juego?
Fíjese que se dio una situación cuando íbamos al estrado a recibir la medalla: apareció Manuel Keosseián y me dijo: “Sos el mejor árbitro del país, vos sí tenés h... para pitar una final y vos hubieras arbitrado los dos partidos”. Antes de recibir la medalla para mí ese fue el mejor premio que recibí, que el técnico perdedor haya reconocido el trabajo que hicimos.

Sobre todo el trabajo de Saíd Martínez, ¿no? El pobre soportó dos fieras los 90 minutos... ja, ja, ja.
Je, je, je... planificamos el juego sabiendo que íbamos a tener dos bancas permanentemente encima de Saíd Martínez, quien trabajó duro para soportar en sus espaldas todo lo que venía, él estaba claro que no me iba a llevar problemas al campo y lo hizo bien. Mi equipo cuidó mis espaldas como pocos lo hacen.

Riflazo al Olimpia... Melvin Matamoros toma una pausa y empieza a devorar su crepa. A su lado tiene a Saíd Martínez -el de Tocoa dice que tiene que aprender mucho de su amigo Melvin y no deja ningún cabo suelto.

“Molesta cuando un club pide árbitros extranjeros (Olimpia solicitó y la Fenafuth dijo que no)... los equipos creen que con el dinero lo pueden hacer todo y el problema siempre somos los árbitros, nunca el planteamiento de un entrenador”.

Y da el último bocado. Y aclara que para el Clausura hay que “trabajar más fuerte porque es un torneo en el que vaahaber descenso y no tengo que relajarme”, se autoexige. Pero no quiere despedirse sin antes subrayar con fosforescente sus mejores momentos desde 2014 cuando recibió el Gafete internacional de FIFA.

“Mi primera final nunca la voy a olvidar: Real Sociedad ante Real España en Tocoa. La gente del Aguán estaba muy entusiasmada y Melvin Matamoros no se podía equivocar. Ahí se me abrieron todas las puertas; el segundo fue esta final de diciembre, la gente estaba desilusionada con el arbitraje, pero lo hice bien.

Y el otro momento top fue mi ida a Copa Oro porque venía de una lesión muscular en mi pierna izquierda, llegué con dudas, pasé la prueba física y pude hacer un buen trabajo”.