BARCELONA, ESPAÑA - Con un amplio dispositivo de seguridad de 3.000 efectivos, las autoridades locales se preparan para proteger el particular clásico entre
Barcelona y
Real Madrid del miércoles en el que Messi, Ramos y compañía compartirán protagonismo con protestas de separatistas catalanes.
La tensa situación en esta región del noreste de España en octubre, con manifestaciones constantes y fuertes disturbios, aplazó la celebración del encuentro, que no consiguió quedarse ajeno al conflicto político catalán.
Desde cuatro horas antes del pitido inicial, la misteriosa plataforma Tsunami Democrático ha convocado a sus militantes a concentrarse en los alrededores del estadio azulgrana del Camp Nou, lo que suscita incertidumbre sobre la celebración del partido.
'Se jugará, el Clásico se jugará', dijo el jueves el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, un mantra repetido en los últimos días por autoridades deportivas, políticas y policiales en el país.
En los últimos días se han sucedido reuniones entre la policía, los clubes y la federación española de fútbol para asegurar la llegada al estadio de las plantillas y los árbitros, así como de los casi 100.000 aficionados que se esperan.
El operativo contará con unos 3.000 efectivos, un cordón de seguridad para evitar que las manifestaciones bloqueen las entradas y un refuerzo de los controles en los múltiples accesos al estadio.
En las gradas también se incrementará la presencia de agentes de seguridad privada, ante el temor de una invasión del estadio que provoque la interrupción del juego.
'El dispositivo garantizará que el Clásico se dispute con normalidad', dijo el comisario jefe de la policía regional catalana Eugeni Sallent.
A mediados de ese mes, nueve dirigentes separatistas fueron condenados a altas penas de cárcel por el intento de secesión de 2017, una sentencia que provocó fuertes protestas en la región.
'Ganamos sin bajar del autocar. Nos vemos el 18 de diciembre', tuiteó entonces Tsunami Democrático, que en el pasado ha recibido ilustres apoyos como el del exentrenador azulgrana Pep Guardiola.
La plataforma, con una organización y una financiación desconocidas, cumplió su promesa y quiere aprovechar uno de los partidos más seguidos del fútbol mundial con una audiencia estimada de 650 millones de espectadores para lanzar su mensaje.
En apenas unos meses de existencia han impulsado acciones de envergadura: en octubre bloquearon parcialmente el aeropuerto de Barcelona y en noviembre cortaron durante dos días la principal autopista entre España y Francia.
Tsunami quiere hacer una acción visible 'en las gradas y el terreno de juego' su eslógan 'Spain sit and Talk (España, siéntate y dialoga)', un llamado para negociar un referéndum de autodeterminación.
Cómo lo harán es una incógnita: por ahora han citado a sus militantes en cuatro puntos en los alrededores del estadio, pero 'las acciones anunciadas con antelación se suelen basar en tres fases: misterio y expectativa, sorpresa y ejecución de la acción', subrayó el sábado la organización en un intercambio de mensajes en Telegram con la televisión regional catalana TV3.
No obstante, la plataforma insistió en que 'no ha dicho que quiera bloquear o suspender el partido'.
'Sabemos que vivimos un momento social y político complejo, pero estoy convencido que es compatible con que se juegue un partido de fútbol', dijo Josep Maria Bartomeu.
De hecho, en los últimos años, el Camp Nou es escaparate habitual de proclamas separatistas, con sus gradas llenas de banderas y pancartas del movimiento y gritos a favor de la independencia en cada partido.
Como responsable de la seguridad dentro del estadio, el club sufriría las consecuencias en caso de altercados o interrupción forzada del juego.
En una reunión en Madrid la semana anterior, la federación española de fútbol advirtió que si se confirma este escenario 'aplicará la reglamentación vigente', que contempla desde fuertes sanciones económicas hasta la clausura del Camp Nou.
La tensa situación en esta región del noreste de España en octubre, con manifestaciones constantes y fuertes disturbios, aplazó la celebración del encuentro, que no consiguió quedarse ajeno al conflicto político catalán.
Desde cuatro horas antes del pitido inicial, la misteriosa plataforma Tsunami Democrático ha convocado a sus militantes a concentrarse en los alrededores del estadio azulgrana del Camp Nou, lo que suscita incertidumbre sobre la celebración del partido.
'Se jugará, el Clásico se jugará', dijo el jueves el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, un mantra repetido en los últimos días por autoridades deportivas, políticas y policiales en el país.
En los últimos días se han sucedido reuniones entre la policía, los clubes y la federación española de fútbol para asegurar la llegada al estadio de las plantillas y los árbitros, así como de los casi 100.000 aficionados que se esperan.
El operativo contará con unos 3.000 efectivos, un cordón de seguridad para evitar que las manifestaciones bloqueen las entradas y un refuerzo de los controles en los múltiples accesos al estadio.
En las gradas también se incrementará la presencia de agentes de seguridad privada, ante el temor de una invasión del estadio que provoque la interrupción del juego.
'El dispositivo garantizará que el Clásico se dispute con normalidad', dijo el comisario jefe de la policía regional catalana Eugeni Sallent.
Vea: Real Madrid-City y Atlético-Liverpool, los platos fuertes de los octavos de Champions
El misterioso Tsunami
El encuentro corresponde a la 10ª jornada de Liga, programado inicialmente para el 26 de octubre. Pero, en una Cataluña en erupción, la federación española optó por el aplazamiento aludiendo 'causas excepcionales'.A mediados de ese mes, nueve dirigentes separatistas fueron condenados a altas penas de cárcel por el intento de secesión de 2017, una sentencia que provocó fuertes protestas en la región.
'Ganamos sin bajar del autocar. Nos vemos el 18 de diciembre', tuiteó entonces Tsunami Democrático, que en el pasado ha recibido ilustres apoyos como el del exentrenador azulgrana Pep Guardiola.
La plataforma, con una organización y una financiación desconocidas, cumplió su promesa y quiere aprovechar uno de los partidos más seguidos del fútbol mundial con una audiencia estimada de 650 millones de espectadores para lanzar su mensaje.
En apenas unos meses de existencia han impulsado acciones de envergadura: en octubre bloquearon parcialmente el aeropuerto de Barcelona y en noviembre cortaron durante dos días la principal autopista entre España y Francia.
Tsunami quiere hacer una acción visible 'en las gradas y el terreno de juego' su eslógan 'Spain sit and Talk (España, siéntate y dialoga)', un llamado para negociar un referéndum de autodeterminación.
Cómo lo harán es una incógnita: por ahora han citado a sus militantes en cuatro puntos en los alrededores del estadio, pero 'las acciones anunciadas con antelación se suelen basar en tres fases: misterio y expectativa, sorpresa y ejecución de la acción', subrayó el sábado la organización en un intercambio de mensajes en Telegram con la televisión regional catalana TV3.
No obstante, la plataforma insistió en que 'no ha dicho que quiera bloquear o suspender el partido'.
Peligro de sanciones
Desde el FC Barcelona, históricamente afín al nacionalismo catalán, piden compatibilizar la reivindicación política con la disputa del encuentro.'Sabemos que vivimos un momento social y político complejo, pero estoy convencido que es compatible con que se juegue un partido de fútbol', dijo Josep Maria Bartomeu.
De hecho, en los últimos años, el Camp Nou es escaparate habitual de proclamas separatistas, con sus gradas llenas de banderas y pancartas del movimiento y gritos a favor de la independencia en cada partido.
Como responsable de la seguridad dentro del estadio, el club sufriría las consecuencias en caso de altercados o interrupción forzada del juego.
En una reunión en Madrid la semana anterior, la federación española de fútbol advirtió que si se confirma este escenario 'aplicará la reglamentación vigente', que contempla desde fuertes sanciones económicas hasta la clausura del Camp Nou.
Además: Real Madrid empata y Barcelona llega líder al clásico