Corría el minuto 20 y La Pulga tuvo la oportunidad de mandarla al fondo con un tiro libre, en la posición donde es un especialista. Sin embargo, aunque su mirada estaba en la meta, su estrategia era engañar a la defensa y mandar al balón a su amigo Suárez, quien lo recibió completamente solo.
La defensa estaba atenta al disparo directo, dos torres estaba a cada palo y Rubén Blanco, el arquero del equipo de Vigo, en el centro, parecía imposible que el gol entrara, pero ellos no sabían lo que el argentino tenía preparado.
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El referí pitó y Messi con su mágica zurda elevó el balón hacia el palo derecho y perfectamente a la cabeza del uruguayo, quien solo tuvo que hacer un minúsculo movimiento de cuerpo para anotar el 0-1.
Esta es la segunda ocasión que Messi engaña a la defensa de Celta, solo vale recordar la vez que el argentino en un penal, la tocó a un costado para que su amigo charrúa la mandara al fondo de la red.
Pese a la belleza de gol, el Barcelona empató de visita 2-2. El segundo tanto también fue del delantero uruguayo, con asistencia de Messi. Para el equipo de casa anotaron el ruso Fyodor Smolov (50) y de Aspas (88).
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Este es el segundo empate consecutivo de visita para el Barcelona, ya que hace una semana también solo consiguió un punto ante el Sevilla. Hasta ahora, el Barcelona se coloca líder de la clasificación con un punto sobre el Real Madrid, que cuenta con un partido menos.
