'No hay motivos para dimitir': criticado por una parte de los aficionados, jugadores y miembros del club, el presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, había rechazado el lunes abandonar su puesto, tras una reunión de la junta directiva. Sin embargo este martes fue confirmada su salida.
'Hay mucha responsabilidad, creo que sería un pésimo momento para abandonar el Barça a una gestora', había señalado el exdirigente catalán, dos días después de la dura derrota en casa frente al Real Madrid 3-1.
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Con un nuevo golpe en este 'annus horribilis' 2020 para el Barça y su dirección, pendiente de una moción de censura, a celebrarse en los próximos días, y el anuncio de Bartomeu, las cosas no mejoran para los azulgrana.
Durante el episodio del amago de salida del astro argentino Lionel Messi, a finales de agosto, algunos opositores (entre ellos candidatos a las elecciones previstas para el 20 de marzo de 2021) lograron reunir las más de 16.521 firmas de socios necesarias para activar el voto de censura.
Muy endeudado
Bartomeu insistió en aplazar ese referéndum (inicialmente previsto para el 1 y 2 de noviembre, como marcan los estatutos de club) al 15 y 16 de noviembre para poder organizar el voto en mejores condiciones sanitarias ante la pandemia.ADEMÁS: Tensión entre Messi y Bartomeu podría seguir por toda la temporada
Bartomeu pidió también al gobierno catalán que decidiera sobre la posibilidad de llevar a cabo el voto en una fecha u otra, buscando un apoyo político en plena segunda ola del nuevo coronavirus en España.
Una pandemia que ha golpeado duramente las finanzas del club azulgrana: el lunes, la junta directiva aprobó el presupuesto provisional 2020-2021, revisándolo a la baja, tras registrar en la temporada anterior más de 200 millones de euros (236 millones de dólares) menos de lo previsto.
Otro duro golpe económico para un club ya muy endeudado (cerca de 200 millones de euros desde 2019), que ha pedido a sus jugadores negociar una adecuación de sus salarios y deshacerse de algunas grandes nóminas (Arthur, Rakitic, Vidal, Suárez...).
'De los nervios'
En medio de la tormenta, Bartomeu venía siendo muy criticado por la gestión del amago de salida de Lionel Messi.La Pulga se quedó finalmente en el Barça, para evitar un litigio judicial con el club, y no ha empezado la temporada en su mejor forma.
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'No podía ser tan evidente que las dos partes estén tan distanciadas', afirmaba el central Gerard Piqué, afirmando que 'Leo se había ganado sobradamente tomar una decisión y si él consideraba que debía irse… yo como presidente (del club) hubiese actuado diferente'.
'Leo se lo merece todo. El estadio nuevo debe llevar su nombre y luego el del patrocinador. Debemos preservar nuestras figuras, no desprestigiarlas. Me pone de los nervios', abundó Piqué.
A pesar de estas aguas revueltas, el Barcelona ha intentado iniciar su reconstrucción en septiembre con la llegada de Ronald Koeman al banquillo.
La derrota en el clásico y el difícil inicio de temporada de Messi y algunos pesos pesados esconden en parte el buen trabajo emprendido por el técnico holandés para impulsar a los jóvenes (Ansu Fati, Pedri, Trincao) en perjuicio de algunas estrellas (Griezmann, Dembélé...).