San Pedro Sula, Honduras.- No hay profeta en su propia tierra, dice un populoso refrán, que encaja como anillo al dedo en Alenis Vargas, joven que en Honduras le cerraron las puertas en reiteradas ocasiones, pero en el extranjero vieron cosas en él que aquí tal vez no.
El sampedrano fue ascendido este año al primer equipo del Sporting Kansas City de la MLS y en su primera temporada disputó 20 juegos y anotó dos goles, nada mal para un cipote de 21 años que tiene ganas de comerse el mundo y que su mirada está puesta en el Europa.
El espigado extremo derecho visitó las instalaciones de El Heraldo para charlar amplio y tendido. El legionario nos contó desde como le gustan las baleadas hasta las conversaciones que tuvo con diferentes personajes en el último microciclo de la H, donde fue citado previo a los juegos contra México por la Nations League.
Alenis Vargas sigue sorprendido por el giro de 180 grados que ha tenido su carrera pues recordó que “hace tres años era un aficionado más y ahora ya entreno con la Selección”.
Asimismo, contó cómo se dio la oportunidad de llegar al equipo estadounidense, agradeció al futbol por darle la oportunidad de no entrar en caminos incorrectos, las ligas donde se ve dentro de poco y ¿Qué equipo es de la Liga Nacional?
ENTREVISTA EXCLUSIVA CON ALENIS VARGAS
¿Cuál es esa canción que no dejas de escuchar antes de un partido?
No tengo una en específico, soy más del momento. Hay días que escucho Trapp, otro día salsa, es más de como sienta el día. No tengo una canción en especial, así como una cábala
¿Qué haces normalmente cuando no estás en fútbol?
Ahora que estoy en Honduras trato de pasar tiempo con mi familia porque he tenido un año continuo fuera del país y eso se hace complicado. También paso con mis amigos, a veces voy al gimnasio hacer rutinas suaves y así me la paso.
¿Lo primero que hiciste tras llegar a SPS?
Comer baleadas, ja, ja, ja. Yo solo llegué y le dije a mis amigos ‘yo no quiero saber de restaurantes, yo quiero ir a comer baleadas’. Fuimos a comer a un puesto y me la pase bien.
La baleadas te gustan con...
Sencilla, sin mucha ciencia. Hay gente que le mete tomate y no sé qué. Yo con unas sencillas estoy bien.
¿Ya tienes una novia norteamericana en Kansas?
No. Estoy enfocado en seguir creciendo en los aspectos personal y profesional. De momento, no estoy interesado en nadie.
¿Qué equipo eres en Honduras?
Soy Marathón. Soy de Barandillas, de aquí de San Pedro Sula y por ahí viene. Estaba entre ser Real España o Marathón y por llevarle la contraria a mi papá porque él es Real España dije voy a ser Marathón y después de eso me fue gustando y me fui interesando por el equipo. Paso pendiente de los partidos y viendo como van en la tabla.
De repente te miramos en un futuro vistiendo los colores del verde
Nunca hay que decir nunca.
¿Qué tan feliz eres hoy?
No tengo palabras para describir lo que siento. Estoy feliz porque estoy con mi familia y agradecido con Dios por todas las bendiciones que llegan a mi vida. Sé que son alguna de muchas que vienen.
¿Cuánto has crecido futbolísticamente en estos seis meses?
Bastante, tengo una manera distinta de ver las cosas y estoy un poco más empapado de experiencia. Tratar con futbolistas de diferentes personalidades me ha ayudado a obtener un poco de lo bueno de cada uno y creo actualmente siento que he tenido mucho aprendizaje.
¿Qué representó para vos haber ascendido al primer equipo del Sporting Kansas City?
Con mucha alegría porque lo que le dije a mi familia que iba a hacer lo logré. Yo dije que: ‘solo un año iba a estar en reservas y que después iba a buscar un contrato con primera división’, lo logré.
Y si hablamos de la temporada ¿cómo la valoras?
Desde un principio el entrenador me dijo que era mi primer año y que tomara las cosas con calma, que no me sintiera presionado por querer ir hacer las cosas pronto, hay jugadores de experiencia que le han dado cosas al equipo y sé que hay que hacer fila un poco. Hubo partidos que entraba de titular, pero en el Sporting Kansas City, se respeta la jerarquía y eso me peso un poco.
Espero que este año sea el mío. El entrenador habla conmigo para que no me desespere y que fortalezca mi paciencia. En temas de estadísticas me hubiera gustado hacer más, pero sé que pude haber hecho más. El año que viene será mejor.
¿Es difícil la adaptación a la MLS luego de llegar del fútbol centroamericano?
Hay mucha diferencia en el tema de presentación, instalaciones y esas cosas porque al final el fútbol es el mismo, pero están esos extras que te ayudan a mejorar. Por esa parte hay mucha diferencia.
¿Cómo se dio ese salto repentino al Sporting Kansas City?
No lo esperaba así tan brusco, lo buscaba. Sí, pero no lo esperaba así en un año. Al principio me preguntaba si estaba listo o si era cierto porque, por ejemplo, no jugué aquí en mi país, en Costa Rica tampoco jugué por tema de papeleo, entonces vine a jugar de golpe a Estados Unidos. Con el tiempo lo fui asimilando y eso se convirtió en gasolina para ir mejorando.
Muchos futbolistas en el país sueñan con llegar a la MLS como el éxito de tu carrera ¿Te sentís afortunado por llegar ahí con 21 años?
Podría decir que sí, pero aparte de la fortuna también está el trabajo, no estuviera ahí si no intentara hacer las cosas bien. El equipo ha valorado todas esas actitudes y todo eso depende de la mentalidad y las metas que uno se proponga porque yo no me veo ahí en dos o tres años más, yo quiero dar el salto a Europa; sin embargo, ese es mi pensar el de otros es diferente. Para mí el dinero es secundario porque el mi objetivo es llegar a un nivel alto en mi carrera.
¿Dónde te ves en tres años?
Yo digo que entre Portugal o Francia. Llegar a esas ligas con 23 años sería magnífico.
¿Cuál fue esa experiencia que no olvidas tras llegar a Estados Unidos?
Cuando llegué, el clima. Yo nunca había sentido un frío tan fuerte, cuando llegué la temperatura estaba a cero grados, solo me bajé del avión. Yo miraba a todo mundo hasta con gorros y yo me estaba muriendo (del frío). Le dije a mi representante regresémonos, de aquí no soy. Esas son algunas de las adversidades que uno afronta.
¿Y en los partidos tomando en cuenta que hay muchas estrellas?
Más que todo saludos. No soy tanto de hacer show, los miro, los admiro y me lo quedo yo. Cuando jugamos contra Messi allá en Kansas City lo mirábamos y el aura que se siente en el campo. Imagínate que nosotros éramos locales, el Inter Miami salió después y yo nunca me había sentido, así como que no valíamos nada.
Ese día Messi me saludo y me dijo buen partido, yo ni jugué, pero él me dijo buen partido. Quería la camisa, pero había como 15 al frente de mí. A quien saludé fue a David (Ruiz).
¿Cómo se dio tu llegada al Kansas City?
Fue por una visoria en Costa Rica. Personal del Sporting Kansas City llegó cuando yo estaba en el Cartaginés a hacer pruebas y mi agente me llevó me dijo ‘póngase vivo porque ahí es su oportunidad’. Fueron tres días y me fue bien. Los juegos eran conta gente que buscaban becas para universidades y yo tenía la ventaja de que yo era profesional. Eso hizo que mi nivel se viera superior al de los otros chicos, el visor me felicitó y así fue que llegué al Sporting Kansas City.
¿En Honduras te cerraron las puertas y apareciste en la MLS?
En Olimpia fue por temas de contrato. No llegamos a lo que se tenía acordado y se tomó la decisión de no seguir, pero más que todo fue eso. Luego me vine para San Pedro Sula, aquí estuve seis meses, fui a Real España y creo que no es tanto que me rechazaron, sino que tal vez no estaba listo. No ofrecía lo que hoy puedo tener, creo que me faltaba madera.
El profesor José Valladares me dio el mensaje. Yo estaba entrenando con el equipo de reservas y un día llegó y me dijo que iba a entrenar con los de la mañana, los que estaban a prueba de nuevo, entonces yo entendí el mensaje.
¿Qué tan importante fue Roger Espinoza para que llegaras al primer equipo del Sporting Kansas City?
Que intercedió no creo. Porque al final si hubiera anotado un gol en un año no me hubieran subido por más que él hubiese hablado. A lo mejor sí influyó que era hondureño, que él iba de salida y por conservar la tradición. Es pudo tener peso, pero no es que el vino y dijo fírmenlo y ya.
No te dio tiempo para vacacionar porque estuviste en el último microciclo de la H ¿cómo lo viviste?
Lo tomé por sorpresa porque cuando no venís jugando no suelen pasar esas cosas. Como profesional pospuse las vacaciones y le hice frente al microciclo sabiendo que me pueden utilizar en la Selección. En el microciclo me fue muy bien y sigo entrenando para estar a tono por si el profesor Reinaldo Rueda me decide llevar.
Lo que viví en esos días fue mucha unión y apoyo de parte de los compañeros para seguir dando lo que puedo hacer. Sentí mucha alegría por portar la camisa de mi país. Aunque sea un microciclo se siente muy bien porque no tiene precio tener la camisa de la Bicolor.
Mire a Reinaldo Rueda que platicaba mucho con vos ¿qué te decía?
Me decía que lo estaba haciendo bien. Me daba palabras de aliento y que la oportunidad iba a llegar. Me dijo que había ideas que quiere implementar, pero hay que ver que dice el tiempo.
¿Te ves convocado en los juegos ante México?
Sí, claro. Estoy entrenando para eso y no hay casualidades si estoy aquí es por algo, si me llamaron es por algo. Lo estoy afrontando con la mayor seriedad posible y espero que mi nombre salga en esa lista final.
¿Ya estuviste antes, pero estos partidos que representan para tí?
Creo que la rivalidad que se tiene motiva, de pequeño iba al Olímpico a ver Honduras vs México y eran partidos a matar. La verdad sería muy bonita jugar, estar ahí, sería una ilusión muy grande. Yo soy de aquí de San Pedro Sula y muchas veces fui al Morazán a jugar torneos de la escuela y de un día para otro tener un partido ahí con la Selección de tu país deja sentimientos muy grandes por el rival y lo que se pelea.
¿Un día estabas en las gradas apoyando a la H y tal vez el en unos días podrías estar sudando la camiseta?
Son las cosas que pienso. A veces voy conduciendo y paso por los estadios y digo hace tres años era un aficionado más y ahora ya entreno con la Selección. Mi papá me dice que está muy orgulloso de mí y nunca creyó que iba a estar donde estoy ahora.
¿Toda tu familia llegaría al Morazán?
Toda la gente de la zona tendría que ir porque me han visto crecer y han visto el sueño de muchos jóvenes del barrio hecho realidad.
Ser de barrio es complicado por lo que las calles pueden brindar ¿le agradeces al fútbol por el destino que te tocó?
Podría decir que sí porque el fútbol me cambió la vida en 180 grados, pero sí, por la influencia de muchas amistades que ya no están conmigo y que me hubiera gustado que vieran mi presente y todo lo que he logrado. Muchos de mis amigos tomaron caminos que no eran buenos y gracias a Dios el mío fue distinto, mi familia también estuvo muy pendiente, inculcándome valores y al final uno mismo decide su futuro.
¿Amigos tuyos de infancia ya no están?
Sí, fallecieron por tomar caminos equivocados. A veces medito en mi cuarto y me pongo a pensar pucha como ha sido la vida conmigo por lo que me ha pasado, porque estoy ayudando a mi familia y porque salí del barrio. Eso sí, yo soy feliz yendo ahí, voy con los muchachos que aún están y nos ponemos a platicar de nuestra infancia.
Recordando lo que sucedió con Demetri Gordon ¿por qué crees que el joven muchas veces quiere vivir la vida acelerada?
Puede haber muchos factores. A veces llega dinero y uno con eso se puede llegar a sentir dueño del mundo y ahí es donde entra la familia porque ellos deben hacer que te mantengas con los pies en la tierra. No sé las circunstancias que pudieron haber pasado con él, yo hablo por mí porque algunas veces llegan cantidades que uno se pregunta ¿cómo?, pero hay que tener calma.
Y toqué el tema porque vi en tus redes un mensaje bastante sentido
Sí, ellos jugaron el miércoles aquí y yo fui a ver el partido. Él metió el gol del triunfo, al final nos vimos nos saludamos y así. Luego el día que salió la noticia me llegó un mensaje diciéndome y yo quedé sorprendido porque hace unos días lo había saludado.
Regresando al tema de la Selección ¿en estos días del microciclo con quién te llevaste más?
Con Julián Martínez y con Jesús Batíz, con él ya habíamos hablado por redes porque juega en Toronto FC. Como éramos de los menores pasábamos más pegados.
¿Te pegaron tu regañadita los de experiencia?
En algunas jugadas sí, pero suave, igual yo metiendo ánimos más que todo. Siempre guardando el respeto. Lo importante es que el grupo esté unido y que el compañero trate de cubrir las falencias del compañero porque al final esto es de todos.
¿Jugadores que admiras en la Selección de Honduras?
A Alberth Elis siempre lo he dicho y a Quioto.
Para finalizar ¿qué opina un futbolista joven al ver que se naturalizan extranjeros, esto por el tema de Yustin Arboleda?
Yo que compartí con él, noté el gran apoyo que muestra para con todos los compañeros. Si Yustin está es porque ha hecho méritos, además no es un futbolista que tiene jugando dos años aquí, ya tiene gran parte de su carrera en el fútbol hondureño. Yo hablé bastante con él y de hecho le pregunté lo mismo y él me decía que la gente se confunde porque si me llaman a mí que muy joven y si lo llaman a él muy viejo y que no es de aquí.