Alexandra está dando los últimos acelerones en una de las carreras más importantes de su vida: su título universitario.
La máxima representante del motocross en Honduras, Alexandra López Solimán, la chica que cautivó al mundo y se bebió la gloria de América al ser campeona latinoamericana en 2011, está pronta a licenciarse en nutrición en una universidad de Guatemala.
Sin embargo y pese a que los estudios le consumen el 80 por ciento de su tiempo, no se ha bajado de la moto y, al contrario, cuando lo hace es para seguir haciendo deporte, puesto que ahora entrena con el equipo de fútbol de su universidad. Ejemplo y felicitación.
¿Cómo van las competencias? Este año comienzo el 16 de marzo. He tenido buenos años y espero repetir 2011, 2012 y 2013, fui campeona nacional de la categoría femenina, primer lugar en el latinoamericano femenino 2011 y tercer lugar en el latinoamericano 2013.
¿Cuáles son sus planes para este año? Un calendario de 7 fechas en Guatemala, campeonato latinoamericano el 17 de agosto en Michoacán, México. Un calendario del motocross profesional de Estados Unidos, para el que estamos consiguiendo patrocinadores para poder hacer algunas de esas competencias. Son carreras muy costosas pero con el mejor nivel mundial.
¿Hay posibilidades de volver a ser campeona de América? Sí, claro que hay posibilidades, siempre viajo con el deseo y la meta de ganar una competencia
¿Ha recibido ofertas para irse a competir con algún gran equipo mundial? No. Cuento con patrocinios internacionales pero no un equipo como tal.
Ya dejó de ser una niñita promesa. Hoy es la realidad del motocross catracho. ¿Qué opina? Nunca me habían dicho eso, pero tiene razón. He logrado muchas de mis metas, me propongo las cosas y hago lo posible por lograrlas. Me enorgullece mucho, pero a veces me siento decepcionada de ver que nuestro deporte va hacia abajo gracias a unas personas que perjudican el deporte más que mejorarlo.
¿Ya recuperada de la lesión? ¿Le costó y dolió mucho? Fue una lesión no muy complicada en comparación a otras cosas; rotura parcial de ligamentos del tobillo. Sin embargo tuve un mal diagnóstico con el primer médico y, por lo tanto, no me hicieron el tratamiento correcto. El segundo médico que me vio meses después me explicó lo que había sufrido y que no entendía cómo seguía practicando el deporte con tanto dolor. Aparte me dijo que me había recuperado pero de la peor manera y que habían pocas cosas para solucionar una lesión mal diagnosticada y tratada. Es por eso que mi lesión tardó más de 4 meses en recuperarse. Ya estoy de regreso.
Ese número 118... ¿qué historia hay tras de él? Realmente mi número original fue el 8, mi fecha de nacimiento. Al comenzar a competir en Estados Unidos en el 2006, tuve que cambiar mi número a 893 (8 de enero de 1993). Ahora el 118 en Guatemala es por una combinación de fechas: 11 de diciembre cumpleaños de mi papá, 18 de marzo el de mi mamá y 8 el mío.
¿Se puede ser sexy y a vez exponente de un deporte tan rudo? Pregunta curiosa. Yo digo que sí, sobre todo femenina y deportista. En mi vida diaria soy como cualquier chava normal. Me gusta arreglarme de vez en cuando, salgo con amigas y amigos y tengo otra vida fuera de las motos.
¿Siente que se ha ganado un respeto en este mundo de las motos? Después de muchos años de lucha, sí. Sobre todo de los hombres machistas que no desaparecen de la tierra ja, ja, ja, ja -bromea- y ya aceptan que las mujeres también podemos hacer eso deportes catalogados de “hombres”.
¿Cuáles son los sueños de Alexandra? Tengo muchos sueños y trato de soñar alto para lograr alto. Mis estudios mi prioridad, una nutricionista luchadora. En el deporte seguir triunfando, seguir demostrando las capacidades de las mujeres y poner en alto el nombre de Honduras con el campeonato latinoamericano, que es mi principal objetivo este año.