PORTO ALEGRE, BRASIL.- Cómo cambian los tiempos.
Argentina, el equipo de
Lionel Messi y subcampeón de las últimas dos ediciones de la
Copa América, está preocupado y tomando recaudos contra una adversario que no hace mucho tiempo atrás era relleno.
Superada una primera ronda de angustia, deslucido juego y más improvisaciones tácticas, la Albiceleste se prepara para enfrentar el jueves próximo a una Venezuela que quiere pescar en río revuelto en el presente complicado que agobia a los argentinos.
Mientras Argentina busca encontrar una identidad de juego, Venezuela saca frutos de un proyecto serio y se ha despojado de cualquier de complejo ante los pesos pesados de Sudamérica. La Vinotinto sorteó invicta su grupo con una cosecha de cinco puntos, sobresaliendo un empate 0-0 ante el anfitrión Brasil.
Y el conjunto de Rafael Dudamel tiene bien presente una referencia muy cercana en el tiempo — el amistoso que en marzo pasado le ganaron 3-1 a Argentina en Madrid. Fue toda una cachetada para Argentina, en el que amargaron el retorno de Messi con la casaca albiceleste tras una ausencia de nueve meses.
La historia reciente indica que los argentinos no pueden tomarse a la ligera el enfrentamiento en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, de hecho llevan tres partidos consecutivos sin poder doblegar a Venezuela. Ambos compromisos de las pasadas eliminatorias mundialistas se saldaron con empates.
Subestimar a Venezuela quedó en el pasado como lo reflejó el mensaje de Messi tras la victoria 2-0 ante Qatar en el cierre de la fase de grupos para asegurar el boleto a cuartos con un segundo puesto en su zona con cuatro puntos.
“Tenemos que mejorar ante Venezuela”, reconoció Messi. “Es un equipo tiene muy claro lo que hace de mitad de cancha hacia adelante, con jugadores muy rápidos”.
En aquel amistoso en el Wanda Metropolitano de la capital española, Venezuela desbordó a su antojo a la frágil línea de tres defensores argentina y se impuso con goles de José Salomón Rondón, Jhon Murillo y Josef Martínez. Los tres forman parte del plantel venezolano en la Copa América.
Se trata de la cuarta vez en las últimas ediciones del torneo continental en el que se instalan en los cuartos de final, con su cuarto puesto en Argentina 2011 como mejor resultado. La deuda pendiente es lograr la clasificación a la Copa del Mundo para dejar de ser la única selección sudamericana que nunca ha participado en la máxima cita.
También es un equipo con futuro, incorporando a algunos de los chicos que salieron subcampeones del Mundial Sub20 de 2007. Uno de ellos es el brillante arquero Wuilker Faríñez, figura en el 1-1 que sacaron de la visita a Buenos Aires por las eliminatorias y que por ahora milita en Millonarios de Colombia.
Con Dudamel al frente, la ambición frota. El técnico no se cansa de decir que vinieron a Brasil para jugar seis partidos, apuntándole a la final del 7 de julio en el Maracaná
“Cada día nos mostramos como una selección más completa en todas sus facetas de juego”, comentó Dudamel tras el triunfo 3-1 ante Bolivia que les dio el pase a cuartos. “Debemos seguir en esta línea. No vamos a hacer nada diferente, no tenemos motivos para cambiar”.
Argentina es lo contrario: cambian de caras en cada partido. A cargo desde la eliminación ante el eventual campeón Francia en la ronda de octavos del pasado Mundial, su técnico Lionel Scaloni aún no repite una formación, siempre buscando algo nuevo.
Ya se intuyen modificaciones para el jueves. Germán Pezzella volvería al once titular por Juan Foyth, de irregular desempeño ante Qatar, en la zaga central. También se vería a Marcos Acuña de salida en lugar de Giovani Lo Celso en el medio. No se prevé un cambio en la delantera, con el trío conformado por Messi, Sergio Agüero y Lautaro Martínez.
Pese a que no estuvo presente en el amistoso de Madrid, Agüero reiteró el respeto hacia Venezuela.
“No pudimos ver a Venezuela, no tuvimos tiempo, pero es un rival bastante complicado que sale muy bien de contra', advirtió el astro del Manchester City que firmó un gol ante Qatar. 'Se viene un lindo partido, vamos a tratar de hacer las cosas bien”.
Efectivamente, Argentina no está para fiarse de nadie.
Superada una primera ronda de angustia, deslucido juego y más improvisaciones tácticas, la Albiceleste se prepara para enfrentar el jueves próximo a una Venezuela que quiere pescar en río revuelto en el presente complicado que agobia a los argentinos.
Mientras Argentina busca encontrar una identidad de juego, Venezuela saca frutos de un proyecto serio y se ha despojado de cualquier de complejo ante los pesos pesados de Sudamérica. La Vinotinto sorteó invicta su grupo con una cosecha de cinco puntos, sobresaliendo un empate 0-0 ante el anfitrión Brasil.
Y el conjunto de Rafael Dudamel tiene bien presente una referencia muy cercana en el tiempo — el amistoso que en marzo pasado le ganaron 3-1 a Argentina en Madrid. Fue toda una cachetada para Argentina, en el que amargaron el retorno de Messi con la casaca albiceleste tras una ausencia de nueve meses.
La historia reciente indica que los argentinos no pueden tomarse a la ligera el enfrentamiento en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, de hecho llevan tres partidos consecutivos sin poder doblegar a Venezuela. Ambos compromisos de las pasadas eliminatorias mundialistas se saldaron con empates.
Subestimar a Venezuela quedó en el pasado como lo reflejó el mensaje de Messi tras la victoria 2-0 ante Qatar en el cierre de la fase de grupos para asegurar el boleto a cuartos con un segundo puesto en su zona con cuatro puntos.
“Tenemos que mejorar ante Venezuela”, reconoció Messi. “Es un equipo tiene muy claro lo que hace de mitad de cancha hacia adelante, con jugadores muy rápidos”.
En aquel amistoso en el Wanda Metropolitano de la capital española, Venezuela desbordó a su antojo a la frágil línea de tres defensores argentina y se impuso con goles de José Salomón Rondón, Jhon Murillo y Josef Martínez. Los tres forman parte del plantel venezolano en la Copa América.
Se trata de la cuarta vez en las últimas ediciones del torneo continental en el que se instalan en los cuartos de final, con su cuarto puesto en Argentina 2011 como mejor resultado. La deuda pendiente es lograr la clasificación a la Copa del Mundo para dejar de ser la única selección sudamericana que nunca ha participado en la máxima cita.
También es un equipo con futuro, incorporando a algunos de los chicos que salieron subcampeones del Mundial Sub20 de 2007. Uno de ellos es el brillante arquero Wuilker Faríñez, figura en el 1-1 que sacaron de la visita a Buenos Aires por las eliminatorias y que por ahora milita en Millonarios de Colombia.
Con Dudamel al frente, la ambición frota. El técnico no se cansa de decir que vinieron a Brasil para jugar seis partidos, apuntándole a la final del 7 de julio en el Maracaná
“Cada día nos mostramos como una selección más completa en todas sus facetas de juego”, comentó Dudamel tras el triunfo 3-1 ante Bolivia que les dio el pase a cuartos. “Debemos seguir en esta línea. No vamos a hacer nada diferente, no tenemos motivos para cambiar”.
Argentina es lo contrario: cambian de caras en cada partido. A cargo desde la eliminación ante el eventual campeón Francia en la ronda de octavos del pasado Mundial, su técnico Lionel Scaloni aún no repite una formación, siempre buscando algo nuevo.
Ya se intuyen modificaciones para el jueves. Germán Pezzella volvería al once titular por Juan Foyth, de irregular desempeño ante Qatar, en la zaga central. También se vería a Marcos Acuña de salida en lugar de Giovani Lo Celso en el medio. No se prevé un cambio en la delantera, con el trío conformado por Messi, Sergio Agüero y Lautaro Martínez.
Pese a que no estuvo presente en el amistoso de Madrid, Agüero reiteró el respeto hacia Venezuela.
“No pudimos ver a Venezuela, no tuvimos tiempo, pero es un rival bastante complicado que sale muy bien de contra', advirtió el astro del Manchester City que firmó un gol ante Qatar. 'Se viene un lindo partido, vamos a tratar de hacer las cosas bien”.
Efectivamente, Argentina no está para fiarse de nadie.