MADRID, ESPAÑA.- En una noche redonda para los intereses rojiblancos, el Atlético de Madrid se quedó con el derbi madrileño tras vencer con autoridad 3-1 al Real Madrid en el Cívitas Metropolitano.
La capital española se tiñó de rojiblanco con los sendos goles de cabeza de Álvaro Morata (2) y Antoine Griezmann. Toni Kroos recortó la distancia en un momento en que los merengues parecía que concretarían la remontada.
Este resultado es un duro golpe para el equipo de Carlo Ancelotti que perdió el liderato de La Liga y cayó al tercer puesto. Por su parte, el equipo del Cholo Simeone escaló hasta el quinto lugar.
Baile rojiblanco
Cuando los aficionados comenzaban a acomodarse en sus asientos y los espectadores apenas sintonizaban el partido en la televisión, Samuel Lino mandó un preciso centro a la cabeza de Álvaro Morata y este no perdonó a su exequipo con un soberbio remate con la testa que significaba el 1-0 en apenas 3 minutos de partido.
Los Colchoneros se encontraron con un Real Madrid totalmente desubicado en el campo y supieron sacarle provecho con su dinámico juego por la banda derecha, en donde Saúl hizo estragos y se convirtió en una pesadilla para Lucas Vásquez con peligrosos centros que terminaron lamentando los merengues.
Al 18’, el canterano rojiblanco mandó un centro “como con la mano” y encontró la cabeza de Antoine Griezmann, quien con un giro fenomenal remató y puso el 2-0 para desatar el delirio Colchonero en el Metropolitano.
El gol del francés fue un mazazo para los blancos, quienes respondieron probando a Jan Oblak con algunos remates y peligrosos acercamientos.
La táctica parecía que iba a darle resultados a Carlo Ancelotti luego de que Toni Kroos, con la clase que le caracteriza, dejó en el camino a la defensa del Atleti y soltara un potente cañonazo en el borde del área para poner el gol del descuento al 34’.
El Real Madrid supo poner en aprietos a su rival y cuando parecía que encontraba el empate por medio de Camavinga el árbitro y el VAR se encargaron de aguarles la fiesta tras señalar una falta de Rüdiger en ataque.
Pese a no tener el fútbol necesario, las ganas de vencer del cuadro blanco estuvieron a punto de hacerse valer en la cancha y los del Cholo Simeone solo querían que terminara el primer tiempo.
Morata sepultó al Madrid
Para el complemento parecía que el Real Madrid tomaría la iniciativa y se lanzaría en búsqueda del empate, sin embargo, las esperanzas quedaron sepultadas en el primer minuto.
Tras una gran descolgada, Saúl sacó un centro que encontró a un solitario Morata y este no perdonó soltando un tremendo cabezazo que dejó quiero a Kepa para decretar el 3-1.
El doblete de Morata obligó a Ancelotti a mover el banquillo y realizar tres cambios y pese a la mejora en el juego de ataque el muro Colchonero lucía impasable.
Pese a mantener el asedio sobre el arco de Oblak, los blancos no pudieron volver a acortar la distancia y el Atleti logró asegurar el resultado con el paso de los minutos.
Finalmente, Simeone supo controlar a su rival y sin mayores apuros consiguió un contundente resultado 3-1 para llevarse el derbi y propinarle la primera derrota en liga al Real Madrid.