El presidente de Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach, informó que este ente aprobó el Equipo de Atletas Olímpicos Refugiados (ROA, por sus siglas en inglés) y estará formado por 10 atletas refugiados.
Los competidores serán elegidos de un equipo de 43 atletas, ya identificados y provistos de fondos para entrenar. El COI ha fijado unos criterios de selección: nivel deportivo, estatus oficial de refugiados verificado por las Naciones Unidas y situación personal y antecedentes.
Actualmente, cientos de miles de refugiados, muchos procedentes de Siria, han cruzado Turquía y Grecia para llegar a Europa huyendo de la difícil situación de conflicto que viven en sus países de origen, así como otros tantos inmigrantes económicos que escapan de la pobreza.
'Con esta bienvenida a los Juegos Olímpicos de Río queremos enviar un mensaje de esperanza a todos los refugiados del mundo', ha manifestado el presidente del COI. Además, ha anunciado que los refugiados serán recibidos en Río y desfilarán con la bandera y el himno olímpico.
Tanto su entrenamiento como su hipotética participación en Río es financiada por el programa Solidaridad Olímpica.
Se avisora que la abanderada de ROA sería Yusra Mardini, quien con sólo 17 años,salvó a su hermana mayor Sarah cuando huían de Siria. Tras llegar a Esmirna (Turquía) se montó junto a otras veinte personas en un pequeño barco a motor. Sin embargo, sólo era el comienzo del sufrimiento: tras romperse la propulsión, la embarcación comenzó a hundirse y llegó el caos. Sólo Yusra y su hermana consiguieron llegar con vida a tierra firme... eso sí, después de cuatro horas nadando para llegar a Lesbos (Grecia).
Una vez en Grecia, el trayecto no había hecho nada más que empezar. Malviviendo en campamentos y hacinadas en trenes, las dos hermanas se desplazaron durante 35 días hasta los Balcanes, Hungría, Austria y Alemania, donde decidieron empezar su nueva vida. Tras llegar a Múnich, el último tren que tomaron llegó a Berlín, donde comenzaría su aventura para intentar regresar a una vida normal. El deporte sería básico.
Una vez en Múnich, el club de natación Spandau 04 se fijó en sus habilidades y decidió dar a Yusra la oportunidad de seguir nadando. Ahora, el COI monitoriza sus registros y tiene todas las papeletas para ser la mejor deportista refugiada de los Juegos Olímpicos. Con sólo 17 años, se trata de la gran esperanza siria: eso sí, no puede competir bajo su bandera, así que el Equipo de Refugiados será su nueva 'nación'. Una nueva vida ha empezado para ella.