Nueve partidos están programados de la J-League, la primera división nipona, con test obligatorios de coronavirus para jugadores y entrenadores.
El campeonato había sido suspendido en febrero tras solo una jornada.
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El fútbol no es el primer deporte profesional que regresa en Japón, donde la liga de béisbol volvió el 19 de junio.
Los espectadores podrán regresar a las tribunas a partir del 10 de julio, con un aforo máximo de 5,000 espectadores o el 50% de la capacidad total si el estadio puede acoger al menos a 10,000 personas.
Llevar mascarilla es obligatorio para los aficionados, que además se deberán lavar regularmente las manos y evitar gritar durante el juego.
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