TEGUCIGALPA
Ricardo Facussé no solo cumplió con el reto de la novena edición de la Vuelta Ciclística, sino que rebasó la meta al recorrer 257.5 kilómetros encima de su bicicleta.
El ciclista hizo este recorrido en 11 horas y así sobrepasó los 100 kilómetros solicitados en la competencia.
Ricardo se subió a su bici para cumplir con el objetivo y de paso beneficiar a los damnificados de San Pedro Sula.
Este pedalero realizó todo el trayecto en un solo día (el martes), durante el cual tuvo cinco descansos. “Comencé acá en Tegucigalpa y la primera parte fue subir la cuesta de El Chile que es difícil; de ahí tomé la carretera del norte hasta llegar al canal seco, luego hasta El Amatillo, después a Nacaome y luego hasta El Coyolito”, contó Ricardo.
Este joven de 30 años se suma por tercera vez a la causa. Actualmente estudia la carrera de Educación Física en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), pero a la vez hace recorridos largos en su bicicleta, tanto dentro como fuera de las fronteras hondureñas.
En toda CA
Uno de sus sueños cumplidos fue subir en su bicicleta las siete cumbres de Centroamérica, que logró atravesando la montaña más alta de cada país.
En Honduras trepó la montaña de Celaque, en Guatemala el volcán de Tajumulco, en México el volcán Tacaná, en El Salvador el cerro El Pital, en Nicaragua El Mogotón, en Costa Rica el cerro Chirripó y, finalmente, en Panamá atravesó el volcán Barú. “Soy el primero y el único que lo ha hecho hasta ahorita en bicicleta, entonces he recorrido toda Centroamérica en bici”, comentó en tono orgulloso.
Otro recorrido largo que hizo en un solo día fue el realizado de Tegucigalpa a Puerto Cortés. Por esta razón, él mismo se denomina el Lobo Solitario, aunque sus seres cercanos lo llaman Rambo, debido a los retos que va superando con su bicicleta.
No tiene carro
El Rambo del ciclismo confiesa que la parte económica también lo motiva a practicar este deporte.“Aunque no lo crean, yo gasto un lempira por kilómetro, o sea que si recorro 100 kilómetros son 100 lempiras o un poco menos. Es lo que yo gasto en agua, comida... no necesito mucho”, relata.
Su bici es su amiga inseparable: “No tengo carro, yo hago todo lo que tengo que hacer en bicicleta”.
Este ciclista, que en su mochila lleva “pura sardina y agua”, hizo la invitación para quienes vienen empezando en este deporte y que están apoyando la Vuelta.
“Les digo que no se detengan y que no hay excusa; yo he hecho recorridos con bicicletas de hierro, que pesan hasta 40 libras. Como dicen por ahí, no es la flecha sino el indio”.
Asimismo, dejó un mensaje de ánimo para las personas que lo perdieron todo debido al paso de los huracanes: “Que sigan adelante y que confíen en Dios, que todo va a estar bien y gracias al granito de arena que todos estamos poniendo van a salir adelante”...