Wilmer Crisanto, el lateral-carrilero de los 105 partidos con el Ciclón Azul, es uno de los primeros personajes para consultar a la hora de hablar de la crisis que atraviesa el equipo de Diego Vazquez.
El domingo, el público le silbó a Motagua por el empate ante Juticalpa y los jugadores salieron con el ánimo por el suelo. “Es algo que no está en nuestras manos, hemos buscado los resultados y no los hemos obtenido... la silbatina la veo como la misma frustración de la gente al ver que su equipo no gana”.
-¿Cómo saliste del Nacional el domingo, Jack Songo’o?
-No salí satisfecho... para nada. Nos quedó esa espinita de que pudimos haber ganado y no lo conseguimos, pero ellos (los hinchas) tienen derecho de expresar su malestar porque pagan su boleto. Estamos apenados con la afición.
-La gente está cansada de que Motagua solo sea chispazos.
-Mucho se señala a Diego Vazquez como el culpable, pero él nada más pone un 11 y hace los tres cambios, nosotros somos los causantes de los resultados, por eso es una lástima que solo a él se le cuestione...
Directo al pecho
Para lo que viene, Wilmer Crisanto asegura que el equipo no bajará los brazos y seguirá peleando para ubicarse lo más arriba posible...
“Es injusto que los rivales nos lleguen dos o tres veces y nos goleen y nosotros tengamos muchas ocasiones y no la metemos. ¿Qué podemos decir? Siempre culpamos a los defensas, pero no nos fijamos en los de adelante”.
Lo anterior sonó como que Crisanto culpa a los atacantes por no andar finos, pero él aclara que “esto es de todos. El domingo me quedó una y fue para adentro... está claro que nuestros delanteros no están pasando por su mejor momento, pero lo importante es que ellos han tomado su responsabilidad y sabemos que pronto van a mejorar”.
-Saliste al minuto 77 con cara de pocos amigos, ¿eh?
-No es molestia, lo que pasa es que a uno le gusta jugar todo el partido, a todos nos gusta contribuir con el club y más cuando no se nos dan los ganes, pero esto es de jugar bien.
Motagua vuelve hoy a los entrenamientos en su sede Pedro Atala Simón