Deportes

Esteban Espíndola: 'Estando adentro te das cuenta lo grande que es Olimpia'

El exzaguero de River Plate llegó al León con una sola ilusión: ganar la copa 31. ¿Y la pérdida del invicto? 'Fue un golpe en el momento justo'. ¿Cómo se define? 'Bastante calentón y muy temperamental'

06.11.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Mate en mano, palabras de aliento para sus compañeros y deseo de enfundarse en la blanca para entrar a se verde césped en donde la adrenalina se apodera del cuerpo.

“Estando acá... ¡Uf!, te da muchas ganas de estar adentro del campo”, confesaba Esteban Espíndola, el central argentino de Olimpia que por amarillas se perdía la última batalla ante Honduras y que en el prepartido alentaba a los suyos a la orilla del terreno de juego; “al ver que esta afición siempre nos acompaña, te querés meter a como dé lugar”.

Con menos de tres meses en la cueva ya sabe el significado de Olimpia. “Estando adentro te das cuenta que es un club que demanda mucho, que no basta con estar primero sino que también hay que jugar bien.

Es un equipo con mucha historia”, apunta el zaguero de 26 años que se hizo en las inferiores de River Plate y se pulió en Belgrano y en la Segunda argentina (Nacional B) antes de llegar al Rey de Copas.

¿O sea que Olimpia es más de lo que creías?
Algunas cosas eran como me las imaginaba y otras fueron mucho más, como el acompañamiento de la afición y la historia del club. Afuera vos podés investigar, pero estando adentro te das cuenta lo grande que es Olimpia.

-Y para plasmar la diferencia, qué mejor que un ejemplo. “Es como que te muestre un barco a la distancia: vos podés ver que es grande pero estando adentro es que te das cuenta que es grande de verdad. Este club hace años que no está donde debe y nosotros haremos todo para devolverlo a su sitial”.

Los últimos extranjeros no pudieron consolidarse en Olimpia, ¿acaso eso es una mochila de presión?
No hay ninguna mochila, cada uno que viva su historia, cada uno que la pelotee como pueda. A mí la historia de los anteriores no me pesa ni mucho menos, no vivo del pasado ni de lo que la gente me dice, sino que disfruto de estar en este lugar. Lo que más quiero es retribuirle a la gente el cariño que me brinda.


Varios argentinos se convirtieron en ídolos del olimpismo, ¿soñás con meterte a ese selecto grupo?
No he llegado a pensarlo, esa es gente que ha marcado la historia. Yo hace menos de tres meses que estoy aquí y estoy muy ilusionado en lograr cosas importantes.
A partir de allí se verá si puedo estar muchos años y con el tiempo poder ser ídolo, para mí sería un sueño.

¿Hasta ahora cuál ha sido el delantero más fuerte que enfrentaste en la Liga?
Los más difíciles que me tocaron marcar son Bengtson, Costly, Rony y Diego Reyes. Los más duros son mis compañeros, que son los mejores que he visto acá.

-Con nueve apariciones ligueras, Esteban ya sintió la dureza del fútbol hondureño. “Acá todos los juegos son finales para nosotros porque sabemos lo que Olimpia representa para el país y para los otros equipos”.

El impacto de Olimpia es tal como el ruido que generó la pérdida del invicto, ¿verdad?
Sí. Pero la pérdida del invicto no es algo que me tenga pendiente ni que me ponga mal porque el objetivo no cambia. Nosotros tenemos que estar claros en lo que estamos buscando, el campeonato número 31.

¿Pero les dolió perder esa imbatibilidad?
Realmente no. Yo creo que fue un golpe en el momento justo, un llamado de atención, nosotros puertas adentro ya fuimos bastante autocríticos, sabemos los errores que hemos cometido y a partir de allí sabemos que viene una recta final en la que no podemos regalar nada.

¿Con quiénes del equipo hablás más de fútbol?
Con los que más comparto son con Rony, Canales, Lacayo, John Paul y me llevo muy bien con Bengtson. Durante la semana trato de acercarme a todos porque más allá de la afinidad que pueda tener con algunos, acá yo estoy por un objetivo que es claro: ser campeón de la Liga.

Hablanos de esa etapa en River...
Se me dio el debut en Primera con Ramón el Pelado Díaz, pero éramos ocho centrales que peleábamos por dos puestos. Si bien había debutado y había jugado pocos partidos, ya me veía con ganas de sumar más minutos, entonces tomé la decisión de irme a préstamo a Rafaela. En ese River estaban Ramiro Funes Mori, Germán Pezzella, Jonathan Bottinelli, Adalberto Román, Jonathan Maidana y Emanuel Mammana...

Llegaste a Olimpia luego de lograr el ascenso con San Martín de Tucumán. ¿Por qué no jugaste en Primera con ellos?
Lo que pasa es que yo estaba a través de un préstamo sin opción de compra, pero me hubiera gustado jugar en Primera. En Argentina había dos o tres posibilidades de lindos clubes, pero soy una persona que le consulto todas mis decisiones a Dios y él me mostró clarito que yo tenía que venir a Olimpia. Quería cambiar de aires, vivir otra cultura y sabía de la grandeza de Olimpia.

¿Hay alguna anécdota que contar?
¡Uf!, hay muchas... ja, ja, ja. Chiquito en River estaba jugando una final que perdimos con Lanús y cuando terminó el partido se me acercó mi papá (Rubén) y me dijo: “Dale, Ezequiel, ¿qué te pasa?”. Estaba muy enojado, me saqué la remera (camisa) y se la tiré. Después andaba el utilero buscando a mi papá porque faltaba una remera... ja, ja, ja. Esa es la más suave, es que soy un tipo bastante calentón y muy temperamental.

Supongo que sos hincha de River. ¿Cómo mirás esa final de Libertadores ante Boca?
Estuve 11 años allí y no soy un loco fanático, pero tengo un cariño por River. Va a ser una final de ajedrez, en la que será importante cómo muevan las piezas cada uno. Yo creo que River, como conjunto, es más equipo a la hora de jugar y Boca a nivel individual tiene un desequilibrio tremendo.

Finalmente, Esteban, ¿cómo deseás pasar la Navidad?
Quiero pasarla tranquilo con mi familia, pero habiendo dejado a Olimpia a donde debe estar. Sueño todos los días con ser campeón