LA CEIBA, HONDURAS.-Con voces entrecortadas y sumidas en el dolor, parientes, amigos y hasta compañeros futbolistas despidieron ayer con un “¡Te queremos ‘Chin’, te queremos!”, los restos mortales del portero suplente del Club Deportivo Vida, Óscar Sein Munguía Zelaya.
El deportista fue asesinado junto a un amigo suyo la madrugada del domingo en un bar de al ciudad de La Ceiba.
Los restos del extinto futbolista fueron velados en su casa ubicada en la colonia Esquipulas, y el lunes en una caminata fue trasladado al cementerio del barrio Mejía para darle el último adiós. En su recorrido, la multitud coreaba consignas con las que demostraban el cariño que le tenían.
Hasta el camposanto llegaron jugadores y directivos del Club Deportivo Vida para despedir al que fue su compañero por cuatro años.
Siguen las pesquisas
Sobre este hecho las autoridades policiales informaron que continúan con las investigaciones para dar con la persona que se supone disparó contra Munguía Zelaya y su amigo Vivian López, después de una acalorada discusión que tuvo cuando departían con otras personas en el centro nocturno.
“Se está realizando el proceso investigativo, ya una buena parte de la investigación de este caso y otros, están bien avanzados. La Policía está trabajando para dar respuestas firmes y contundentes para dar con los responsables de este lamentable hecho”, informó el comisario Luis Bustamante, subjefe de la Unidad Departamental de la Policía en Atlántida.
El guardameta suplente murió cuando quiso intervenir en una pelea que se suscito en el centro nocturno, testimonios recogidos por las autoridades policiales indican que el hechor fue a un hotel cercano a sacar su arma, para luego disparar contra Munguía Zelaya y su amigo. Una tercera persona que acompañaba también a las víctimas salió herida.
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Despedida
Entre aplausos y vivas, seguidores del equipo que el hoy occiso sudo la camiseta, lo despidieron.
“Este dolor solo Dios puede ayudarnos a soportarlo. Adiós hermano, nunca te olvidaremos. Fuiste una gran persona”, decía entre los gritos de dolor Iris Zelaya, hermana del extinto guardamenta.
Su ataúd iba cubierto con la bandera del Vida.
“No hay palabras de consuelo, solo tristeza, un gran ser humano partió para siempre, compartimos muchas cosas juntos. Aquí estamos acompañando a alguien que siempre no brindo alegría en los entrenamientos”, recordó Ricardo “El Gato Canales”, compañero de puesto de Munguía Zelaya.
