TEGUCIGALPA, HONDURAS.- José Feisal Rishmawy Rivera tuvo la oportunidad de cruzar las fronteras y trasladarse hasta Argentina para formarse en periodismo deportivo. Ahora, de regreso en su tierra natal, Honduras, las lecciones aprendidas le han servido para destacar en los medios de comunicación.
A sus 31 años, el sampedrano Feisal tiene claro uno de sus mayores sueños: ver a la Selección de Honduras levantar una Copa. Para lograrlo, confesó a EL HERALDO que le gustaría impartir clases de fútbol para hacer ondear en lo más alto la Bandera cinco estrellas.
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Su historia no es diferente en relación a la de otros colegas. Desde pequeño la pelota lo fue seduciendo a tal grado que ahora vive, respira y transpira fútbol las 24 horas del día.
Seamos testigos de cómo la vida le fue enseñando que el fútbol le permitiría disfrutar sus mayores logros y alegrías. ¡Aquí su historia!
¿Qué tal Feisal?
Gracias Roberto, un placer estar acá con toda la audiencia de EL HERALDO y esperando salir bien librado del reto (Calculadora Deportiva) jajaja...
¿De dónde salió tu nombre?
Mi bisuabuelo era palestino y emigró para Honduras, mi abuelo nació acá -yo soy tercera generación- mi abuelo nace en Yoro y mi papá también y somos de raíces árabes. Por eso es la rareza de mi apellido, mi papá está casado con una hondureña y mi segundo apello es Rivera. Así que yo soy al igual mi viejo, nacido y crecido en Honduras.
¿Quién es Feisal Rishmawy?
No sé si me gusta eso de definirme, pero profesionalmente te diría que un periodista deportivo que quiere ver al fútbol hondureño salir adelante y que lo veo complicado. El sueño ahí está.
¿Por qué te gustó el periodismo deportivo?
Creo que en esto vas a estar de acuerdo: todo el que se mete a esto lo hace por pasión. Si vos lo hacés pensando en otras cosas o en lo material o dinero, en el periodismo vos entrás porque te gusta el fútbol. Yo siempre quise estar de cerca, siempre me gustó comentar fútbol, tratar de analizarlo. Jugué de cipote y en definitiva es una manera de trasladar la pasión que te gusta. Me gustaba escribir, así que se juntaron todos los elementos para ser periodista.
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¿Quiénes eran tus referentes en el periodismo deportivo?
En la facultad tuve maestros que me enseñaron mucho que no son conocidos porque no son figuras. Estos héroes que no aparecen en la televisión, pero son grandes formadores, admiro mucho a Alejandro Fantino, para mí uno de los mejores entrevistadores de Latinoamérica. A Martín Liberman, a quien también tuve la chance de conocer, que me trató muy bien y estoy muy agradecido. A nivel nacional te diría que me quedo con Copán Álvarez, con quien tengo buena relación. Se me olvidó mencionar a Dante Panzeri, que es un periodista que falleció hace mucho tiempo, incluso escribió libros y es el referente total de toda una camada de periodistas argentinos que estudiaron allá... quería mencionarlo y sería un pecado no mencionar a Dante Panzeri.
¿Radio o televisión?
Me gusta más lo audiovisual y por eso es que estoy metido en mi canal de YouTube de lleno y en Facebook haciendo videos. También me gusta escribir. Lo único de escribir es que cuando vos trabajás en una Sala de Redacción te dedicás solamente a eso, a estar todo el día escribiendo y llega un momento que te cansa. Te diría que me gustan las tres bastante, un poquito por arriba la televisión, pero la radio también es fantástica porque te podés soltar y podés ser vos mismo. Si te las tengo que ordenar: televisión, radio y redacción.
¿Es rentable hacer periodismo deportivo en redes sociales?
Lo fantástico de las redes es que tenés libertad de hablar de lo que vos querrás. Yo por ejemplo no estoy limitado a Honduras, si vos te metés a mi canal de YouTube te darás que tengo seguidores en Guatemala, Costa Rica, Panamá. Tengo seguidores en distintos países porque no solo hablo del fútbol hondureño. Empecé a ver que había una posibilidad cuando se dieron las eliminatorias de hablar de otras selecciones de otro fútbol y vi que tenía aceptación.
YouTube es algo maravilloso porque te permite la libertad de darte a conocer, hablar de los temas que a vos más te interesan y, encima de eso, poder monetizar, porque sabemos que no es fácil.
Las redes sociales son maravillosas, lo fomento y lo celebro, cualquier periodista que quiera incursionar en esto le digo: “dale para adelante”.
¿Cuál sería el mayor reto de incursionar en redes sociales?
Lo más difícil sería el arranque, porque al principio tus videos solo los mira tu familia, jajaja. Para ser sincero solo los miran para apoyarte y ya después vos tenés que asegurarte que tu contenido sea más o menos bueno como para que te empiecen a seguir otras personas. El arranque es complicado y mucha gente se desanima y lo deja. Importante es seguir e ir viendo qué es lo que más le gusta a tu audiencia y qué es lo que más pega, no tirar la toalla solo porque dos o tres videos no pegaron.
¿Tu formación en Argentina sirvió para emprender este proyecto en redes?
Sí, totalmente. El hecho de tener el privilegio de poder vivir afuera del país ya te abre la cabeza, olvidate de lo periodístico, en lo humano vos tenés la posibilidad de salir del país y de interactuar con gentes de todas partes del mundo, de diferentes culturas, eso ya te abre la cabeza por completo. Dentro de lo periodístico obviamente que la formación influye, las clases, los libros, todo eso enseña.
¿Que tiene el periodista deportivo argentino en relación a nosotros?
Yo siento que la formación es mejor porque acá no tenemos facultad de periodismo deportivo. Allá existe el periodismo general, existe incluso la carrera de radio, locución y acá lo que hay es Comunicación. Lo que nos hace falta son las especialidades.
También hay diferencia entre los países que respiran fútbol de verdad. Brasil es un país que respira fútbol, Uruguay también respira fútbol. Argentina...vos encendés la tele, y te digo que no solo hay programas para hablar de fútbol en la noche, hay canales que están hablando todo el día de fútbol: ESPN, Fox Sport, Direct TV. Eventualmente toda esa cultura e historia se aprende. Los entornos son muy importantes.
¿Te gustaría regresar a trabajar en el periodismo argentino?
A vacacionar sí porque dejé muchos amigos allá y la verdad es que Buenos Aires es un espectáculo de ciudad. Yo disfruté cada momento, le saqué el jugo al máximo.
Si sos fubolero y estás metido en esto y vivís en Buenos Aires la vas a pasar bien, pero llegó un momento en el que extrañaba mi país, te hace falta la comida, las baleadas, es una cosa bien arraigada que tenemos los hondureños con nuestras cosas. Llegó un momento que dije: ‘Ya son cinco años y me la pasé muy bien y me regreso a Honduras’. Para vacacionar iría todos los días, para vivir yo creo que estoy bien aquí.
¿Te hiciste River estando en Argentina?
Me hice River Plate estando allá, también soy un privilegiado porque yo viví enfrente de la cancha de River, El Monumental. Viví un año y medio y ahí conocí a mi mejor amigo argentino: Fabri, “El Oso” le digo yo, que era enfermo de River. De a poco me fui haciendo amigo de él, fui entrando en confianza y eventualmente me hice socio de River porque vos vas y te haces socio. River es un club donde hay piscina, canchas de tenis, canchas de futbolito, fútbol once, pagas una cuota y podés disfrutar de todos los beneficios del club y era casi un hecho que me iba a hacer de River, la vida me llevó a eso.
Tuve la suerte de vivir el partido contra Boca la final del 9 de diciembre. En ese momento, o sea, justo caí en la mejor etapa de River, en el mejor momento, el mejor lugar, no se pudieron alinear mejor las estrellas para ser seguidor del más grande.
¿Qué tanto impacto tiene Maradona en la sociedad argentina?
También hay gente que lo adversa a Diego, porque Diego era eso, generaba todo tipo de pasiones: positivas y negativas, no creas que todo mundo en Argentina es maradoniano, pero los futboleros lo aman por lo que les dio, por lo enfermo que él era en la Selección. Si su club en Europa no lo quería dejar venir a la Selección se peleaba con el equipo y él venía a jugar.
Lo que genera Maradona en los argentinos es agradecimiento por las alegrías que les dio y los que no lo vivieron porque se los contó el abuelo o el papá..
¿Qué le falta al periodismo deportivo en Honduras?
Me encantaría, primero, que hubiera una escuela de periodismo deportivo porque cuántos muchachos quieren y no se meten porque no les interesa lo general, yo era uno.
Yo quería meterme a esto por el fútbol, sería bueno que alguien pusiera una escuela, no sé quién lo haría, pero sería lindo que todos tengamos la oportunidad, un poquito más direccionada.
Yo tenía clases de fútbol allá (Argentina), una cosa increíble y después habían unas clases que me gustaban menos. En Buenos Aires te encontras una librería en cada esquina y en cada librería hay una zona de deportes y en cada zona de deportes la mayoría de los libros son de fútbol.
¿Qué recuerdos te trae el programa Sport Club?
Mis primeros pasos fueron en Campus Televisión, que dicho sea de paso le mando saludos a Selvin López Anariba, él era el encargado de deportes en aquel momento y fue quien me dio la oportunidad gracias a la licenciada Emilia.
Yo estudiaba Comunicaciones y Publicidad en la universidad privada, tenía una clase de redacción en la que la licenciada Emilia me recomendó a Campus Televisión. Ella nos ponía a hacer tareas y yo todas las tareas que le hacía eran del fútbol, pasaba tal partido de fútbol y yo hacía la crónica, la tenía loca con todas las tareas que le daba sobre fútbol. Ella me recomienda, Selvin me contrata y esos fueron mis primeros pasos en televisión. Aprendí bastante.
¿Qué te dejó Panorama Deportivo?
El programa de radio que más se escucha en San Pedro Sula. Me gustó el hecho de jugar bajo presión porque en Panorama Deportivo vos decís una cosa que no le gustó a un oyente y ahí cae la llamada: “Ey, díganle a ese bruto”, jajaja. Es bueno porque también aprendés a moderarte un poquito más, aprendés a manejarte con la audiencia.
La pasé muy bien con Chamaco (Luis Guifarro), Diógenes, Fredy Nuila y después fueron llegando otros compañeros como Gustavo. La pasé bien y fue una buena experiencia, pero en determinado momento decidí que ya era hora de dedicarme a mis emprendimientos en redes sociales.
¿Tienes un sueño por cumplir en el periodismo?
Aspiraciones tengo muchas, pero periodísticamente y como hondureño no me quiero morir sin ver a Honduras en un mundial, pero verla competir, no que vaya a pasear. Si Dios quiere va a pasar en 2026. Los jugadores que vienen te dan para hacerla y tampoco me quisiera morir sin ver a Honduras campeona de algo, una Copa Oro me gustaría, eso es mi sueño como hondureño y yo cubriendo como periodista.
Más allá de eso lo que a mí de verdad me mueve a nivel profesional es la posibilidad de vivir de mis redes sociales y de poder trabajar en cualquier lugar del mundo. Que un día yo diga que me quiera ir a Londres a cubrir Tottenham vs Chelsea y que otro día diga que quiera ir al Monumental a cubrir River Plate vs Boca Juniors. Poderlo hacer y que mis redes sociales puedan sostenerme. Después, si algún día se da la posibilidad de trabajar en una cadena grande ¿por qué no?
¿Soltero?
Como dijo “Chelato” alguna vez: “Me casé con el fútbol”, jajaja. Ahorita estoy casado con mis proyectos, estoy dedicado a full y se vienen cosas interesantes. Quiero abrir un proyecto también de entrevistas para hacer algo similar a lo que vos haces acá y quiero seguir escalando a nivel de redes sociales y quizá algún día podamos aspirar a otra cosa. Quiero manejar mi propio equipo de fútbol y aportar para que el fútbol hondureño progrese tenga la dignidad que hoy no tiene.
¿Juegas potras todavía?
Yo era volante y cuando era adolescente jugué de delantero y de defender cero... si me ponían era garantía que íbamos a perder.
¿Le ves futuro a Diego Vásquez en la Selección?
Yo fui de los que, entre comillas, avaló la llegada de Diego porque me pareció que contexto pedía alguien que ya supiera que estaba pasando acá. Voy a traer un extranjero y la iba a pasar mal como la pasó Coito y El Bolillo... era traer a alguien que ya conociera el entorno, que supiera mas o menos qué es lo que vivimos los hondureños en la Selección y que hubiera, incluso, respirado esa toxicidad.
Dirigir a una Selección es un ambiente tóxico y hostil.
Lo único que no me gustó de Diego Vásquez fue, por ejemplo, la actitud que tuvo contra Canadá terminando el partido que le cabeceó la pelota al entrenador. A mí parece que esas actitudes no abonan en nada.
El entrenador que venga tiene que tratar de educar y no fomentar la violencia que hemos tenido de antaño en el fútbol hondureño, pero el resto no me ha parecido malo.
¿Qué representa Dios en la vida de Feisal?
Yo soy católico, crecí en un hogar muy católico cristiano y todos mis proyectos están en manos de Dios. A veces uno como que se desvía un poquito, pero vuelve. Hago todo lo posible por mantener una comunicación con Él y dar las gracias.
¿Qué es lo que no te gusta de las personas?
En este rubro la intolerancia, que te tengas que aguantar que fulano de tal no tiene idea de quién sos y que te insulte solamente porque dijiste que una jugada te pareció penal o que dijiste que no me pareció falta. “Chuco”, “chancho”, “gecko”, “cute”... esa intolerancia que hay en el fútbol. El que no piensa como vos es el enemigo.
En corto
Argentina: Gran país
Maradona: ídolo
Messi o CR7: Messi
Honduras: mi mayor pasión
Vino o cerveza: vino
¿En qué país te gustaría hacer periodismo deportivo? España
Un sueño: Honduras campeón de la Copa Oro