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Florentino Pérez, magnate del balón y del hormigón

'El fútbol ha ido perdiendo interés, las audiencias van bajando y los derechos audiovisuales disminuyendo. Algo había que hacer', argumentó

20.04.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Política, economía, fútbol... El todopoderoso presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, juega en todos los terrenos y ahora luce el brazalete de capitán de la Superliga, un proyecto cuyo anuncio abrió una guerra en el fútbol europeo.

'¿Qué es lo que tiene atractivo? Que juguemos entre los grandes. Ese atractivo se valora más en la televisión, y se generan más recursos',', declaró Pérez, primer presidente de la Superliga europea, en una entrevista al programa El Chiringuito, del canal de televisión Mega.

Y es que para Florentino, empresario madrileño de 74 años, la motivación ha sido fundamentalmente económica a la hora de promover esta lucrativa competición privada fundada por doce clubes disidentes que entran en competencia con la Champions League.

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'El fútbol ha ido perdiendo interés, las audiencias van bajando y los derechos audiovisuales disminuyendo. Algo había que hacer', argumentó.

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De rostro serio y comportamiento afable, Florentino Pérez es uno de los hombres más influyentes de España.

Durante sus dos periodos como presidente del Real Madrid (2000-2006 y 2009-actualidad), cargo para el que fue reelegido sin oposición la semana pasada, los blancos se hicieron con cinco Ligas españolas y seis Ligas de Campeones de Europa.

Además, desde 1997 dirige el grupo de construcción y servicios ACS, con una facturación cercana a los 35.000 millones de euros (USD 42.000 millones).

Antes de la pandemia, se decía que bajo su batuta el palco del estadio Santiago Bernabéu era el punto de encuentro donde las élites políticas y económicas del país cerraban sus negocios.

'Eso es un tópico', se defendió Pérez en una entrevista televisiva de 2014. 'Se habla de fútbol...', añadió.

El Madrid de los galácticos

Fue con la promesa de convertir al Real Madrid en una marca mundial y relanzar su economía que accedió en julio de 2000 a la presidencia del club blanco.

Con él, comenzó la etapa de los 'Galácticos': justo tras su llegada fichó a la estrella portuguesa Luis Figo, adquirido al Barcelona por 58 millones de euros (USD 70 millones), una cifra astronómica en esa época.

Después llegarían Zinedine Zidane en 2001, que es el entrenador actual, el brasileño Ronaldo en 2002 o el inglés David Beckham en 2003.

Como presidente realizó algunos de los traspasos más caros de la historia pero, a menudo, consiguió rentabilizarlos gracias a cierta habilidad para el marketing.

Sin embargo, esta gestión demasiado centrada en la mercadotecnia y la ausencia de grandes títulos desde 2003 condujeron a su dimisión en 2006.

No tardaría en volver y lo hizo por todo lo alto: en apenas unas semanas de 2009, el club gastó 240 millones de euros (USD 289 millones) fichando a los dos últimos Balones de Oro de entonces, Cristiano Ronaldo y Kaká, pero también a otras figuras como Karim Benzema o Xabi Alonso.

Aunque Forbes calcula su fortuna en 2.300 millones de dólares, Florentino Pérez asegura no moverse por dinero y prefiere reivindicar 'la normalidad' y 'el trabajo', como le enseñó su padre gestionando dos perfumerías.

De político a empresario

Pero el joven ingeniero de Puentes y Caminos en la Universidad Politécnica de Madrid descubrió rápidamente el gusto por el poder.

Entre 1976 y 1982, militando en el partido centrista del gobierno de Adolfo Suárez, se familiarizó con la administración como concejal en el ayuntamiento de Madrid y después como director de Infraestructuras en el ministerio de Transportes.

Abandonaría la política en 1986 cuando el partido liberal y centrista que había intentado lanzar no consiguió sacar ningún escaño en el Congreso de Diputados.

Antes, en 1983, había comprado con unos amigos a bajo precio una empresa de construcción en dificultades.

Después de varias fusiones y adquisiciones, de allí nacería en 1997 el gigante ACS, con Florentino Pérez al frente, en un momento en que España invertía fortunas en la construcción gracias en parte a los fondos europeos.

Hábil negociador y con dotes de relaciones públicas, Pérez a menudo apostó por las colaboraciones público-privadas.

Uno de sus mayores 'golpes' se remonta a 2001.

Ya como presidente del Real Madrid, vende al ayuntamiento los terrenos de su centro de entrenamiento por 480 millones de euros (USD 577 millones) y, simultáneamente, ACS obtiene la construcción en esa ubicación de tres de los cuatro rascacielos de un centro de negocios.