Gianni Infantino, suizo-italiano y exsecretario general de la Uniíon Europea de Fútbol (Uefa) ha sido electo hace unos instantes como el nuevo presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
'Queridos amigos, vamos a trabajar por devolver la grandeza al fútbol, gracias a todos por su apoyo', dijo Infantino que ganó la elección en segunda vuelta.
Para muchos, el rostro de Gianni Infantino es familiar por su papel de conductor de los sorteos de la Liga de Campeones y de las grandes competiciones de la UEFA: este suizo-italiano políglota, número 2 del fútbol europeo, aspira ahora a convertirse en el rostro de la FIFA.
'No soy el candidato de la UEFA. No soy el candidato europeo, soy el candidato del fútbol', dijo con ambición al término del Comité Ejecutivo de la UEFA de enero que le dio el pleno respaldo de su organización.
La UEFA iba a apostar todas sus cartas a Michel Platini, su presidente, pero esa vía se vio cortada con la suspensión de ocho años del exfutbolista francés, tras conocerse el cobro sospechoso de 1,8 millones de euros en 2011 de parte de Joseph Blatter, presidente de la FIFA y también suspendido ocho años por el mismo motivo.
Infantino fue incluido por sorpresa en octubre en la lista de aspirantes, en el último momento, como teórico 'plan B' en caso de que Platini no pudiera presentarse a las elecciones, como finalmente ha ocurrido.
El escudero de Platini, número 2 del francés como secretario general de la UEFA, se convierte ahora en el protagonista, ante su gran oportunidad de ser el hombre más poderoso de los despachos del fútbol, no sin antes desear públicamente que el exjugador de la Juventus pueda 'limpiar su nombre' lo antes posible.
Antes de saber qué ocurría con el 'caso Platini', Infantino se lanzó de lleno en su precampaña electoral, multiplicando los viajes y los contactos para garantizarse el máximo de apoyos posible, algo que no sentó bien en el entorno del presidente de la UEFA, que vio en sus maniobras un exceso de ambición.
Hasta ahora, este hombre calvo con la cabeza afeitada era conocido sobre todo como el hombre simpático y de buen humor que dirige los sorteos de la Champions haciendo gala de su conocimiento de lenguas: habla con fluidez el inglés, el francés, el alemán, el italiano y el español.
Una virtud que a sus 45 años puede llevar de nuevo a un suizo al sillón presidencial, después de la etapa de Blatter, de casi 80 años. Infantino nació en Brigue, curiosamente a unos 10 kilómetros de Viège, la localidad natal de Blatter.