Tegucigalpa, Honduras
En la previa del clásico de la capital de este domingo, que el otro fin de semana definirá a uno de los dos finalistas del Clausura, las condiciones del Estadio Nacional dejan en evidencia la ausencia de mantenimiento del coloso de cemento de la capital.
EL HERALDO quiso tener la reacción de la Comisión Nacional Pro Instalaciones Deportivas (Conapid), pero su gerente Marcelo Alvarenga no atendió el llamado a su celular.
Un recinto deteriorado
A simple vista, las graderías son las que más han soportado el paso del tiempo y el inadecuado mantenimiento; en las últimas jornadas de la LNP un equipo de Zona constató que en la rampa de Silla existe mucho inmobiliario quebrado.
Las viejas butacas de color naranja prácticamente ya cumplieron su vida útil y de las “nuevas” de color blanco hay varias en condiciones precarias.
Pero un vistazo tipo paneo al sector de Populares ratifica que la pintura no ha sido la mejor amiga de las tribunas en los últimos meses; si el viejo cemento ya es una invitación a la incomodidad, el paisaje descolorido realmente es una burla para los hinchas, sobre todo pensando que a estos juegos de repechaje, semifinal y final llegan en un mayor caudal.
¿Un nuevo retoque?
El domingo anterior en el Nacional, según el relato de la emisora HRN, se encontraba un grupo de trabajo de una firma mexicana experta en remodelar estadios.
De acuerdo con lo que se conoce de forma extraoficial, el campo de juego sufrirá una transformación al final del torneo. Ojalá no se olviden de las graderías...
