LONDRES, REINO UNIDO.- El francés
Hugo Lloris, portero del
Tottenham y capitán del equipo de Francia, fue condenado el miércoles en Londres a 20 meses de suspensión de carné de conducir y 50.000 libras (65.000 dólares, 56.200 euros) de multa por conducir bajo los
efectos del alcohol.
El futbolista de 31 años, que se declaró culpable, había sido detenido el 24 de agosto al volante de su Porsche gris tras un control policial en Gloucester Place, en el centro de Londres.
Su tasa de alcoholemia por decilitro de aire expirado era de 80 microgramos, más del doble del límite legal en el Reino Unido, de 35 microgramos por decilitro.
Esta cantidad equivale aproximadamente a siete copas de vino, aunque los niveles de alcohol en la sangre dependen de múltiples factores como la edad, el sexo o el metabolismo de la persona.
'Como saben, se trata de una infracción muy grave', subrayó la jueza Amanda Barron, señalando dos circunstancias agravantes: la conducción peligrosa del jugador y la presencia de un pasajero.
'No solo puso en peligro su vida sino también la de su pasajero', le dijo al arquero y capitán de la selección francesa.
- Multa reducida -
La magistrada señaló sin embargo que el campeón del mundo de fútbol se declaró culpable, había 'pedido disculpas inmediatamente' y no había cometido previas infracciones.
Por este motivo, la juez redujo la multa inicial de 75.000 libras en un tercio, dejándola en 50.000 libras.
El jugador ya se había disculpado públicamente por estos hechos.
'Me disculpo de todo corazón ante mi familia, mi club y mis compañeros de equipo, ante el entrenador y todos los hinchas', dijo en un comunicado difundido por el Tottenham a finales de agosto.
'El alcohol al volante es totalmente inaceptable. Asumo por completo la responsabilidad de mis actos. No es el ejemplo que quiero dar', admitió.
La policía afirmó que Lloris casi chocó con automóviles que estaban aparcados en la calle y se saltó un semáforo en rojo. Tras detenerlo encontraron vómito en su coche.
El jugador pasó siete horas en un calabozo esa noche ante de regresar a su casa a pie.
Según el tabloide británico Daily Mail, Lloris había cenado en el Bagatelle, un restaurante franco-mediterráneo del barrio de Mayfair, en compañía de otros dos jugadores de su país que juegan en equipos de Londres, Olivier Giroud (Chelsea) y Laurent Koscielny (Arsenal). El periódico publicó una fotografía publicada en Instagram por el DJ Alexandre Billard, que posó con los tres futbolistas.
Conducir bajo los efectos del alcohol es algo que se da regularmente en el mundo del fútbol y del deporte, pero sorprende en el caso de Lloris, que tiene reputación de persona mesurada y discreta.
Es capitán tanto en su club como en la selección y es descrito por sus compañeros de equipo como un jugador respetuoso y respetado, que rara vez utiliza palabras fuertes o excesivas.
El futbolista de 31 años, que se declaró culpable, había sido detenido el 24 de agosto al volante de su Porsche gris tras un control policial en Gloucester Place, en el centro de Londres.
Su tasa de alcoholemia por decilitro de aire expirado era de 80 microgramos, más del doble del límite legal en el Reino Unido, de 35 microgramos por decilitro.
Esta cantidad equivale aproximadamente a siete copas de vino, aunque los niveles de alcohol en la sangre dependen de múltiples factores como la edad, el sexo o el metabolismo de la persona.
'Como saben, se trata de una infracción muy grave', subrayó la jueza Amanda Barron, señalando dos circunstancias agravantes: la conducción peligrosa del jugador y la presencia de un pasajero.
'No solo puso en peligro su vida sino también la de su pasajero', le dijo al arquero y capitán de la selección francesa.
- Multa reducida -
La magistrada señaló sin embargo que el campeón del mundo de fútbol se declaró culpable, había 'pedido disculpas inmediatamente' y no había cometido previas infracciones.
Por este motivo, la juez redujo la multa inicial de 75.000 libras en un tercio, dejándola en 50.000 libras.
El jugador ya se había disculpado públicamente por estos hechos.
'Me disculpo de todo corazón ante mi familia, mi club y mis compañeros de equipo, ante el entrenador y todos los hinchas', dijo en un comunicado difundido por el Tottenham a finales de agosto.
'El alcohol al volante es totalmente inaceptable. Asumo por completo la responsabilidad de mis actos. No es el ejemplo que quiero dar', admitió.
La policía afirmó que Lloris casi chocó con automóviles que estaban aparcados en la calle y se saltó un semáforo en rojo. Tras detenerlo encontraron vómito en su coche.
El jugador pasó siete horas en un calabozo esa noche ante de regresar a su casa a pie.
Según el tabloide británico Daily Mail, Lloris había cenado en el Bagatelle, un restaurante franco-mediterráneo del barrio de Mayfair, en compañía de otros dos jugadores de su país que juegan en equipos de Londres, Olivier Giroud (Chelsea) y Laurent Koscielny (Arsenal). El periódico publicó una fotografía publicada en Instagram por el DJ Alexandre Billard, que posó con los tres futbolistas.
Conducir bajo los efectos del alcohol es algo que se da regularmente en el mundo del fútbol y del deporte, pero sorprende en el caso de Lloris, que tiene reputación de persona mesurada y discreta.
Es capitán tanto en su club como en la selección y es descrito por sus compañeros de equipo como un jugador respetuoso y respetado, que rara vez utiliza palabras fuertes o excesivas.